Hay hábitos alimenticios que hemos dejado a un lado por lo malo que hemos escuchado sobre ellos, sin embargo, no todos ellos son tan dañinos como creíamos. Te dejamos esta lista para que hagas un cambio y sin tantas restricciones.
Tomar 1 o 2 copas de vino:
Algún aporte debía que tener el alcohol y el vino se alza con beneficios como su ayuda en la pérdida de peso y en la reducción del riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la edad.
Asimismo, un estudio publicado por el sitio Journal of Alzheimer's Disease encontró que las personas que beben regularmente eran más propensas a llegar a los 85 años sin mostrar signos de deterioro cognitivo que los que no lo hacían. ¡Ya tienes un pretexto para tomarte tus copitas de vez en cuando o agregar una copa a tu menú del día!
Tomar bebidas energéticas:
Si eres de las personas que toman bebidas energéticascuando se siente muy cansado o simplemente por su sabor, te traemos una noticia que podría alegrarte. De acuerdo con el sitio Business Insider, las bebidas energéticas SIN azúcar no son tan malas, pues solo contienen 10 calorías, únicamente tienen 80 miligramos de cafeína. Contiene vitaminas B y taurina, los cuales son seguros para la salud.
Comer huevos:
A lo largo de los años hemos escuchado muchos mitos sobre el huevo y sus efectos en el colesterol. Pero este alimento es bastante saludable, lo cual es un alivio, ya que México es el país que más lo consume en el mundo. Contiene un “lípido activo” que ayuda a la memoria, así como 13 vitaminas, 13 minerales y proteínas.
Saltarte el desayuno:
Desde pequeños escuchamos que el desayuno es la comida más importante del día, pero resulta que no comerlo de vez en cuando puede ser benéfico para la salud. A esta práctica se le llama ayuno intermitente y favorece la pérdida de peso, tu salud cardiovascular y hasta un efecto antienvejecimiento.
Comer gluten:
Hay personas que debido a alguna condición médica no pueden consumir gluten, pero si tú eres una persona sana y has dejado de lado este conjunto de proteínas por la hinchazón después de ingerirlo, te contamos que un estudio de la Universidad de Monash en 2013 reveló que esto se debe a que se consume en alimentos procesados, pero el gluten per se no causa dichos síntomas.