El poeta Salvador Alcocer falleció la noche de ayer victima de un evento cerebro vascular en el hospital del Seguro Social (IMSS), de Zaragoza y avenida 5 de Febrero. El poeta ingreso al hospital a causa de una fuerte hemorragia en la nariz que le provocó un choque hipovolémico, es decir, una baja sensible del volumen de sangre que llega al corazón.

Paralelamente los médicos detectaron insuficiencia renal aguda y taquicardia supraventricular (aceleración del ritmo cardiaco).

El delegado del IMSS en Querétaro, Raúl Figueroa García, informó ayer que, Alcocer Montes respondió positivamente al tratamiento por lo que evaluó que podría ser dado de alta en unos días.

El decano de la poesía queretana tenía planeado ir a dar un paseo por la plaza que está frente al templo de Santa Rosa de Viterbo, el jueves 24 de enero. Le había dicho a su cuidadora, Karla Isabel Vásquez, que llegara temprano para ayudarlo a bañarse, vestirse, y le diera de desayunar para luego ir de paseo.

Cuando Karla llegó a buscarlo a la residencia Luz al ocaso, asilo donde el maestro Alcocer reside, le informaron que había sido trasladado a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social a causa de una fuerte hemorragia en la nariz. Después de varias horas de análisis lo dieron de alta.

De vuelta al asilo, el maestro le dijo a Karla que tenía hambre, pero sólo tomó caldo. Posteriormente tuvo un ligero sangrado nasal y luego comenzó a vomitar sangre, por lo que nuevamente lo trasladaron al IMSS.

El viernes 25 lo subieron a la cama 171 del primer piso y desde ese día, Alcocer de 82 años, se encuentraba sedado y con sondas para evitar que el sangrado lo ahogara.

Los médicos le informaron a Karla, quien desde el jueves cuidaba al poeta, que le harían más estudios y le quitarían las sondas en espera de que su reacción al tratamiento fuera favorable.

Cuatro días después del internamiento -el lunes 28- los médicos decidieron quitar la anestesia y esperar a que despertara para evaluar su reacción; sin embargo, hasta ayer el IMSS no había referido cuál era la enfermedad del paciente, aunque dijeron que lograron controlar el vómito con sangre.

“Y yo le digo: ‘échele ganas don Chavita, de mi parte no está solo, yo voy a estar aquí’, y nomás como que le escurren las lagrimitas, pero no tiene ningún movimiento”, dijo en entrevista.

Con frecuencia el poeta le hacía bromas a Karla.

De joven, Alcocer nunca le hizo caso a las enfermedades. En 2012 le diagnosticaron cáncer de próstata, pero su cuidadora dice que no refirió molestias.

Rebelde

Salvador Alcocer Montes, Chava Alcocer para los “cuates”, nació el 29 de noviembre de 1930 en la ciudad de México, pero fue en Querétaro donde creció y comenzó a hacer poesía, aunque él quería ser dramaturgo.

“El teatro requería tiempo y no tenía yo tiempo porque la cantina se llenaba de cuates, aunque suene así de chafa, pero era la realidad y aparte para escribir teatro había que escribir prolongado para desarrollar el tema y ahí es donde me atoraba, me producía mucha angustia el escribir teatro y prácticamente nunca lo pude escribir, pero yo lo que quería era escribir para teatro”.

Alcocer comenzó a escribir versos pensando que era cosa fácil, “yo mismo me entrampé porque no es fácil, resulta que al final de cuentas, de la literatura, la poesía es de lo más difícil”.

Publicó 15 poemarios, su libro más reciente es Un vaso de agua, obra que permanece inédita. En el libro Querétaro en su tinta, presentado en 2013, se incluye un poema de Alcocer titulado precisamente Querétaro.

Alcocer siempre se consideró un poeta rebelde, arrojado, porque según sus mismas palabras el poeta debe “arrojarse al vacío”.

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