MADRID.— El modelo de rubia gélida por fuera y volcánica por dentro que patentó el mago del suspense con Grace Kelly, Tippi Hedren o Kim Novak busca relevo en el siglo XXI y Scarlett Johansson en Hitchcock o Nicole Kidman en Grace of Monaco suman puntos para ostentar el título.

Curiosamente, una de las primeras películas del orondo cineasta se tituló El enemigo de las rubias, pero luego se reveló como un gran amante de las mismas, hasta elevarlas a una categoría en sí: la rubia de Hitchcock.

Recientemente, Scarlett Johansson encarnó a Janet Leigh en Hitchcock y cumplió con creces.

Leigh, sin embargo, no fue de las favoritas de Hitchcock —y quizá por eso la asesinó en la ducha a la media hora de Psicosis.

Mucho más evidente es la reencarnación de Grace Kelly en los rasgos de una normalmente pelirroja pero sin duda rubia en esencia como es Nicole Kidman.

La frialdad tórrida que el mago del suspense español, Alejandro Amenábar ya utilizó para Los otros, alcanzará su cénit en Grace of Monaco, la musa de Hitchcock que se convirtió en princesa.

Aunque también es rubia y misteriosa, la actriz Charlize Theron parecía haberse inspirado en las terroríficas madres hitchcockianas para ser la madrastra de Snow White and the Huntsman y no en sus etéreas protagonistas.

Michelle Williams, también candidata a heredera de las mejores musas de Hitchcock, prefirió mimetizarse, en cambio, con otra rubia famosa alejada a los gustos del maestro, la Marilyn Monroe en Mi semana con Marilyn, aunque sí salía en el homenaje de Martin Scorsese al maestro, Shutter island. (EFE)

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