A tres años del “sí, acepto” real, Catalina y el príncipe Guillermo de Cambrige se han convertido en la pareja más carísmatica de la realeza europea. “Opacan hasta a las más grandes estrellas de Hollywood. Qué tanto la gente los admira por ser realeza y qué tanto de esta gente es fan de las celebridades, es difícil decirlo”, dijo Gordon Rayner, corresponsal de la realeza del diario Telegraph.

Desde el inicio de su romance en 2003, la pareja ha sorteado rumores, críticas y uno que otro resbalón. Sin embargo, los duques han logrado convencer al mundo de que llevan una buena relación que, aparentemente, se ha fortalecido con la llegada del príncipe Jorge, quien ya cumplió los ocho meses de edad.

Fue en 2010 cuando el compromiso se hizo oficial y sería entonces que la historia clásica de la cenincienta se repetiría. Con el anillo de compromiso de la princesa Diana de por medio, Catalina fue elegida por el princípe Guillermo para ser su esposa y la próxima reina británica, según la línea de sucesión.

Las noticias no podían dejar de hablar del romance. La publicidad hizo lo suyo creando múltiples piezas de colección, que iban desde vajillas, zapatos y otros enseres que abarrotaron las tiendas y se convirtieron en recuerdos para las familias británicas.

Cinco meses después del anuncio de su compromiso, contrajeron nupcias. En aquel momento demostraron su amor con un tierno beso que emocionó a todos sus súbditos ingleses.

Sin esperar mucho tiempo, en julio del año pasado se convirtieron en padres al recibir al príncipe Jorge Alejandro Luis. Su imagen tierna y angelical ha convertido al nuevo integrante de la realeza, junto con sus papás, en uno de los favoritos de la prensa.

La moda para todos los bolsillos

De los puntos fuertes de la imagen de la duquesa de Cambrige es el estilo de su guardarropa, el cual consta de conjuntos con un costo de casi seis mil dólares, hasta otros modelos cuyo costo ha sido de 300 dólares.

Esta variación en sus atuendos ha hecho que varias tiendas en el Reino Unido registren ventas de los atuendos que suele comprar la duquesa, las cuales agotan todo sólo en cuestión de horas.

Para su más reciente visita a Nueva Zelanda y Australia, Catalina se dio la oportunidad de lucir 22 looks en 19 días de visita.

Los medios británicos han informado que el look que la duquesa presumió en la gira tuvo un costo de 65 mil dólares, ya que incluyó prendas de diseñadores como Alexander McQueen.

En varias ocasiones Catalina ha sido criticada por reciclar varios de sus atuendos en eventos menores de la realeza. Entre zapatos, sombreros, abrigos y joyería, el armario de la duquesa varía entre los diseñadores y las prendas comerciales.

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