Las modalidades para disfrutar de una tarde campestre en el icónico parque La Pila, del pueblo de Tequisquiapan, pueden ser varias.
Está la opción estudiantil: acostados en el pasto, con amigos y compañeros del colegio, grabadora y ágape a la mano.
Modelo familiar: reunidos en una mesa, alrededor de una botella de vino, queso y carnes para picar. Indispensable llevar pelota para los pequeños.
Con la parejas: ideal para reconciliaciones o reencuentro con copa en mano.
Estilo solitario, con bota de piel para el vino, gafas oscuras y ganas de estar a gusto con uno mismo.
Las Tardes Campestres con Queserías y Vinícolas nacieron en el 2012 en los días de verano y se pensaron como una extensión del festival del queso y el vino anual que se lleva a cabo en Tequisquiapan.
Este año, se extendieron hasta finales de agosto y el primer día de septiembre.
“La idea de este proyecto es que la gente venga a pasarse una tarde muy agradable”, dijo a EL UNIVERSAL Querétaro, Adolfo Barrón Romero, presidente del Consejo de la Ruta del Queso y Vino en Tequisquiapan.
En este evento participaron distintas vinateras, productores de queso, de pan, heladerías, canastas, y empresas que proveen de todo lo necesario para aprovechar una tarde campestre.