CANCÚN.— Tras pasar su cumpleaños y las épocas navideñas en Puerto Rico junto a su familia, Ricky Martin hizo un balance de año y lo calificó de intenso al estar inmerso en un proceso donde quiere hacer todo, tanto musicalmente como en su faceta de empresario creando un universo infantil.
“La palabra límite me asusta y trato de no utilizarla porque yo he vivido con muchos límites en mi vida y he empezado a encontrar una felicidad y libertad plena y tangible con mi vida con todas estas cosas que me limitaban, los cambios son bien agresivos.
“Quiero vivir con plenitud en todos los aspectos: en lo profesional, en lo personal, en lo espiritual; mi lema es todo es posible y sigamos dando pasos sólidos y todavía vienen muchas cosas, no quiero ponerme muy intenso, pero a mí no me detiene nada y quiero seguir adelante y traer a todo el mundo conmigo en este movimiento creativo”, expresó el cantante.
Como parte de esa plenitud, se ha enfocado también en el arte, ya que tiene una colección de artistas latinoamericanos a los cuales apoya y promueve, por lo que presumió que tiene una pieza del pintor oaxqueño Rufino Tamayo en su casa. Y aseguró que es uno de sus pintores favoritos.
“Me encantan sus colores, tengo un arte de él en mi casa que se llama ‘El hombre’ y es un torso, pero no refleja sexualidad alguna pese a su nombre y me encanta su relieve, sus sombras, a cada quién le dice tantas cosas diferentes el arte y eso es lo bonito”.
Como un juego es que comenzó la idea de Santiago el soñador, su primer cuento infantil que alcanzó rápidamente los primeros lugares de venta en EU. A partir de eso han surgido siete libros más, versiones en caricatura, el disco musical y hasta piensa en una película además del sitio web que utiliza para desahogarse e intercambiar ideas en lo que denominó “una herramienta de cicatrización social”.
“Hay mucho de mi vida en el comienzo y la inquietud de ser artista, la relación con mi padre y cómo él me apoyó en ese momento. No es mi historia, pero hay muchos sentimientos que vienen de mi propia experiencia”, contó.
Celia Lora, la fan
El calor, la energía y el baile no se hicieron esperar cuando Ricky Martin conquistó al público de Cancún en su presentación en el Moon Palace, donde se pusieron a la venta 13 mil entradas. Su show comenzó a las 21:32 horas, cuando salió al escenario vestido de blanco para interpretar “Come with me” mostrando sus pasos de baile mientras un humo blanco marcaba la continuación con “Shake your bon bon”.
“Estoy encantado de estar en esta tierra de mucho calor, de mucha gente linda; definitivamente ustedes son uno de esos vicios de los buenos”, saludó.
En un escenario con dos pantallas atrás y dos más a los lados se cambió a un saco y pantalón negro para moverse con los acordes de “Livin’ la vida loca”, “She bangs” o “Up and down”, para regresar a la tranquilidad con “Tu recuerdo”.
“Me gustaría viajar en el tiempo un segundo, si me lo permiten, y recordar viejos tiempos. En el comienzo de una carrera muy importante, México fue primordial en esos primeros pasos y estoy muy agradecido porque los primeros aplausos los sentí en esta hermosa tierra, ahora van canciones que significan muchísimo”, expresó el puertorriqueño.
Con gente proveniente de Taiwán, Rusia, Paraguay, Puerto Rico, Canadá, Francia, España, Cuba, Italia, Estados Unidos y hasta Celia Lora entre el público, dijo buscar cualquier excusa para hacer una fiesta, por lo terminó con “La copa de la vida”.