Los conciertos de Los Auténticos decadentes son como partidos de fu tbol, pero en lugar de goles y porterías hay intérpretes y música.

Los fanáticos de esta longeva banda de argentinos acuden a los recitales como las llamadas barras: en bola y sólo para divertirse; no más, no menos.

Un concierto de los Auténticos es como un clásico América-Cruz Azul, o una final de Gallos Blancos con Ronaldinho. Euforia total. Energía descontrolada.

La música es para ellos, los fans, como la banda sonora de una película, es parte de la obra, no es el total.

Un recital de estos argentinos cuarentones, rastosos y harapientos, son como un encuentro entre River y Boca Juniors: todo un acontecimiento en donde nadie sabe nada, ni cómo va a empezar ni cómo va a terminar.

Ellos, los fans, buscan cerveza, gritar y lanzar consignas, como si estuvieran en un estadio, pero en lugar de butacas y empastado, hay una banda en el escenario.

Pero sobre todo, brincan, todo el tiempo brincan, como si estuvieran en la tribuna, esperado un gol.

Los fanáticos de Los Auténticos Decadentes no tienen un perfil único; es decir, que te puedes encontrar de todos y para todos los gustos.

Cholos y cholitas, chavorrucos, niñas bien y niñas mal, rockeros, skatos, hipsters de Jurica, chavo banda de Casa Blanca, agropecuarios de Amealco, y un largo etcétera.

No existe un patrón de comportamiento ni de vestimenta. Los hay quienes se paran en una butaca y cantan, letra por letra, todas las canciones, como si se tratara de una porra.

Cantan canciones de amor que son traducidas a himnos a la lealtad a la camiseta y al equipo.

“¡Oh oh, yo no soy tu prisionero, y no tengo alma de robot, es que hay algo en tu carita, que me gusta, que me gusta, y se llevó mi corazón…!” (“Corazón”).

Canciones de sentimiento y corazón convertidos en cánticos de guerra.

“Te vi, llegar, del brazo de un amigo, cuando entraste al bar y te caíste al piso, me tiraste el pingüíno, me tiraste el sifón, estallaron los vidrios de mi corazón”. (“Tu forma de ser (loco)”)

Los Auténticos Decadentes hicieron presencia en el Josefa de Querétaro, con su disco más reciente, La banda sigue y encendieron las almas de los de asistentes como si se tratara de una final de campeonato, entre Real Madrid y Barcelona con Messi como cantante principal.

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