El Festival de Artes Escénicas 2016 ha sido para la ciudad un impulso importante en el ámbito cultural para todo tipo de público, en esta ocasión fue el momento de diversión para los más pequeños de las familias con la presentación de la obra Colibrí.
La sede de esta puesta en escena fue el Centro Cultural “La Gaviota Teatro”, el cual es beneficiado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes; gracias a ello se ofrecen obras de calidad por parte del grupo de actuación del mismo recinto.
Dicho equipo teatral está conformado por Jorge Smythe, Raúl Ángeles, Cointa Galindo, Humberto Nieves y Juan Andablo, quienes se apasionan por su trabajo entregando el alma en cada obra.
Colibrí es una fábula para niños realizada con marionetas de mano, fue el evento número 53 de las 78 actividades planeadas para el Festival de Artes Escénicas 2016 y, al igual que las demás presentaciones, fue un éxito rotundo de sala llena con más de 80 espectadores.
Durante una hora, adultos y pequeños disfrutaron de una historia original escrita por el dramaturgo Raúl Ángeles, pero de creación colectiva por parte de los cinco actores.
La misteriosa historia cuenta una anécdota de confusión en donde un pequeño colibrí de alas muy poderosas es engañado para que vaya a apagar el sol, él ingenuamente es capaz de lograrlo.
Sin saber que el astro estaba demasiado viejo como para encenderse, al día siguiente los personajes que acompañan al colibrí, la hiena, bebé zorro, señor lechuza, víbora, tlacuache y la ardilla se quedan sin la luz del sol.
Debido a esto se crean una serie de situaciones que hacen que el pueblo, en este caso el bosque, sea todo un caos; nacen peleas entre los animales, las nubes no aparecen, todo el tiempo está oscuro, las plantas mueren, las abejas dejan de producir cera, entre otros acontecimientos trágicos.
La puesta en escena es un análisis de la sociedad transformado en fábula, la cual es dirigida a dos públicos: el infantil dejando la moraleja del trabajo en equipo y cuidado de la naturaleza y el adulto haciendo hincapié la participación como sociedad.
“A partir de ahí vemos como el pueblo trabajando juntos puede lograr mucho”, nos expresó Jorge Smythe.
Durante la presentación aparece un personaje antagónico: El señor zorro, quien se aprovecha de la necesidad extrema de los animales, así como de los problemas para hacer de las suyas.
Beneficiándose a él mismo logra escapar con un globo que los mismos animales construyeron para volar hacia el sol y encenderlo de nuevo; todo esto sucede rodeado de una ambientación musical dinámica, transformado comedia para que el público se divierta y a la vez obtenga una enseñanza.
Sin contar el final de la excelente puesta en escena, estamos seguros que la moraleja transmitida es saber trabajar en equipo, así como lograr el apoyo de la sociedad; ayudarse unos a otros, comunicarse y siempre ver por el bien ajeno.
Las risas de los niños llenaron de alegría el teatro, se podía notar en sus ojos la ilusión de creer que los títeres tenían vida a pesar de ver detrás de ellos a los actores.