Mucho se ha dicho, escrito y hablado de una mujer que se manifiesta como un icono de la cultura pop y que, pese al paso del tiempo, parece siempre conseguir lo que se propone. Originaria de Bay City, Michigan, Madonna Louise Ciccone sigue haciendo eco en la escena musical con más de 37 años de carrera y aunque con el transcurso de los años muchos han intentado quitarle el deseo de seguir ese camino, ella se rehúsa a dejar el título de reina para alguien más.

La cantante parece no tener un pelo de tonta, pues a sus 57 años sigue buscando generar polémica a como dé lugar. Pruebas no faltan sobre por qué es la mujer que ostenta un título tan grande y difícil de mantener: sus transformaciones musicales han sido acompañadas al mismo tiempo que su apariencia, las giras que le han dado la vuelta al mundo, sin mencionar los millones de discos vendidos.

La chica material parece siempre tener una respuesta antes de que siquiera la pregunta le sea hecha y tener desenvainada la espada ante cualquiera que se meta con ella. Cuando su capa Armani hizo que cayera en el escenario, trató de tomar la situación con gracia, al ver amenazado su último disco, reunió a artistas como Katy Perry, Rita Ora, Nicki Minaj, Beyoncé y Miley Cyrus, entre otros personajes, para tener su propio squad en un video.

Pero no teme en poner en su lugar inclusive a sus fans, que han tenido que esperar por más de una hora en varias presentaciones y a quienes en su concierto en Manchester, Inglaterra, se limitó a decirles: “El video se estropeó y no podíamos salir. No teníamos video y debíamos esperar hasta que pudiéramos reiniciarlo. No soy una diva, si ustedes son unos divos cabrones y quieren seguir protestando por ello, no vengan a mi concierto”.

El “Rebel Heart Tour” se proclama como su décima gira mundial, con su álbum 13 de estudio y más de una docena de éxitos en la bolsa, la gira ha pasado con aceptación en cualquier lugar donde se presenta.

Aparte son las exigencias tan extravagantes que, se sabe, la intérprete hace en cualquier lugar que visita, lo que alimentan aún más la leyenda de ser una mujer perfeccionista.

Al go queda claro, Madonna sabe con quién juntarse y aunque su talento ha podido ser cuestionado, más que una cantante pop, ella es una máquina bien engrasada en el que cada engrane funciona de acuerdo con lo que ella ordena.

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