La celebración del Año Nuevo es un festejo universal, y en cuestión de las culturas occidentales, esta tradición se adoptó hace relativamente poco tiempo con relación a su origen, ya que fue cuatro siglos atrás cuando el senado romano decretó que el año nuevo daría inicio el 1 de enero.
Actualmente la manera de celebrar ha evolucionado a grandes fiestas en las que la compañía de amigos y familiares es esencial, en los que se realiza un sinfín de rituales alrededor del mundo con la finalidad de atraer suerte, o simplemente para continuar con las costumbres locales.
La fecha designada para celebrar el inicio de una nueva vuelta al sol, y es diferente en algunas regiones o culturas, por ello realizamos una vuelta por algunos países para conocer sus costumbres.
Uno de los protocolos más importantes del viejo mundo es comer doce uvas a medianoche el 31 de diciembre, ya que se cree que con esto se atraen doce meses de felicidad.
Bautizado como Reveillon es una de sus principales fiestas, la cual decreta oficialmente el comienzo de las vacaciones de verano. Las playas de Brasil se llenan de música en vivo y fuegos artificiales.
Un día antes de celebrar el inicio de un nuevo año es necesario limpiar la casa a detalle por dentro y fuera, con la intención de dejar atrás la energía del ciclo que culmina.
La primera acción que realizan los escoceses es salir a visitar a sus vecinos o amigos, por lo que las calles se llenan de gente alegre decretando buenos deseos a media noche.
Se lanzan fuegos artificiales, los espectáculos que se pueden apreciar son únicos. Esta tradición destaca sin importar la región, sin embargo, la más espectacular es en las Catarátas del Niágara.
Se funden pedazos de plomo en una cuchara sobre una veladora encendida, el plomo se vierte en agua fría para que se formen figuras, las cuales predicen lo que el año nuevo traerá para la persona.
Para la hora de la cena aparece una deliciosa tarta con una moneda de oro o plata escondida, y la persona afortunada en encontrarla será la que cuente con más suerte los próximos 365 días.
Se suele romper la mayoría de los platos con los que cuentan, esto como símbolo de desecho por todo lo que han acumulado en el año, como problemas personales, laborales o malas vibras.