Por años se dedicó a fotografiar a la muerte y como buena mexicana, Vicky Garciadiego Cano coqueteaba y se reía con ella, hasta que se dio cuenta que ahí también estaba la vida y comenzó a agradecer todos los regalos que le brindaba, pero además de dar gracias a la vida, a los amigos y familia, Vicky empezó a agradecerse a sí misma. Una acción que parece mínima pero que la sanó y transformó por completo.
De reconocerse, sentir, vivir, dar gracias y hacer contacto con la naturaleza trata Me agradezco y puede que…, exposición que la fotógrafa Vicky Garciadiego Cano inaugura el viernes 25 de enero, a las 20:00 horas, en el Museo de Arte de Querétaro (MAQRO), con la curaduría de Margarita Magdaleno.
El proyecto inició en 2016, durante la visita a uno de los jardines botánicos más hermosos de Madrid, España, que Vicky recorrió con cámara en mano, y reconociendo en la luz de aquel jardín, la misma intensidad que hay en Querétaro, comenzó a fotografiar la belleza de los árboles y flores. En su regreso a México revisó las tomas y desdobló digitalmente cada imagen para darle una vista caleidoscópica, aunque no todas se pueden catalogar así, algunas imágenes tomaron de forma natural, una figura concreta.
La serie se completó con fotografías de árboles y flores de Querétaro, del parque que a diario visita Vicky, acompañada por su perro Paul. Una selección de imágenes, tanto de España como México, se presentó en 2017 con gran éxito en el Espacio de Arte 28014, galería de Madrid, en donde expuso al lado de Livia Benthem.
Para el MAQRO presentará 37 imágenes y cada una tiene una frase de agradecimiento, además tendrá como recomendación una canción para que el espectador pueda escuchar de forma individual, así que la misma fotógrafa recomienda visitar la muestra sin olvidar sus audífonos.
“Esta exposición la he madurado mucho; me fue muy bien en Madrid porque hubo buena conexión con la gente que la vio, y todo eso es porque es una obra muy sincera, tuve que esperarme hasta sentir de verdad estas fotografías, y las frases que la acompañan son cosas que yo me agradecí no un millón, sino 800 millones de veces. Todas las mañanas me despierto y me digo: ‘gracias vida mía, yo soy y me siento amada’”, platica la fotógrafa.
Agradecer, al igual que la naturaleza que se refleja en su obra, son conceptos universales que han guiado su obra pero también su vida, día a día.
“A través de estas fotos yo estoy hablando de cómo le hago para agradecerme a mí misma la cantidad de cosas que he hecho para llegar a este punto. Hay mucho qué agradecer todos los días. La frase: ‘Estoy completa hoy’, es la mejor medicina. El decirte: ‘Como esté, estoy completa, si tengo cinco pesos en la bolsa, así estás completa’. A partir de que yo me doy cuenta de eso, el rumbo de mi vida cambió, y cambió a partir de aprender a agradecer, y todo lo que agradezcas se va a triplicar, creas o no creas, seas de la religión que seas, es una palabra mágica, pero si no la sientes, no funciona”, explica.
Vicky Garciadiego Cano es originaria de la Ciudad de México, estudió en la Escuela Activa de Fotografía, plantel Coyoacán, desde entonces la fotografía ha acompañado su andar.
En 1998 llega a radicar a Querétaro, como cofundadora de la Escuela Activa de Fotografía en esta ciudad. Después impulsó Estudio 30, donde imparte clases y realiza diversos proyectos fotográficos.
Entre sus obras destacan sus fotografías a La Catrina de Erik de Luna; y por varios años se apropió del tema de la muerte, ahora con Me agradezco y puede que… Vicky mira a la vida.
“Yo no me di cuenta de qué rol traía yo con respecto al tema de la muerte, como buena mexicana, por supuesto que haces del tema de la muerte a tu segunda amiga, porque así nos educaron, pero en el momento en el que cambio el tema y pienso en lo opuesto, es decir, la vida, me empiezo a clavar en eso, y gracias a esta exposición me curé de muchísimas cosas, y me dieron vida, no es que antes me sintiera mal, no, yo estaba muy feliz trabajando el tema de la muerte, pero caí en cuenta de muchas cosas, sobre todo en lo más interno, en agradecerte tú, lo que haces por tu propia vida”, comparte reflexiva.
Vicky está preparando varias sorpresas para sus espectadores el día de la inauguración, pero lo que más quiere, es que al final logren identificarse con una imagen y se puedan preguntar, de la manera más sincera: “¿Qué me agradezco?”
Mujer con una visión única
Vicky Garciadiego Cano nació en Ciudad de México.
Es cofundadora de la
Escuela Activa de Fotografía en esta ciudad.
En 2009 da vida a Estudio 30, donde imparte clases y se realizan trabajos fotográficos.
Ha colaborado en varias exposiciones fotográficas en México y en el extranjero.
En 2016 una de sus fotografías de La Catrina fue elegida para ser publicada
en NAT GEO Traveler.
Margarita Magdaleno*
Hace falta conocer a la artista para comprender la entrega que hace de su ser al arte que crea y que tanto nos provoca a quienes miramos lo que produce, en imágenes o volúmenes hacia fuera y en emociones tangibles y perennes hacia el interior del cuerpo y del alma que proyecta, piensa, imagina y fundamentalmente, siente con todo su ser y con todo lo que pasa por el puente de la emoción y el sustento de la imaginación que juntas, nos permiten llegar a la emoción tangible y precisa, si eso es posible.
Y que nos inunda el estanque de la emoción, acrecienta la capacidad de la mirada, adereza la sensibilidad, reta la inteligencia y nos lleva al precipicio de la incapacidad de definir conceptos e imágenes, llenándonos de emoción.
El alma se deleita mientras se engaña frente a flores y árboles de alta precisión, reproducidos en juegos visuales y formas geométricas que se han formado, antes que, a nuestro entender, en el interior sensible e instintivo de quien las genera en su homenaje a la naturaleza plena y emocional, que se deja multiplicar en formas libres.
Frente a esto, se vuelve necesario evidenciar el espacio de la mente que no vemos y el cuerpo tangible que no tocamos y sin embargo, es patente donde todo esto sucede, en cuerpo y alma.
Es el juego de la voluntad y la sensibilidad ungidos dentro de un cuerpo real y tangible que también queda integrado de manera indispensable para armar la mecánica emocional de las miradas y la piel…
*Curadora de la exposición “Me agradezco y puede que…”
bft