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“Todo Querétaro conocía a Andrés Garrido del Toral y él conocía a todos en Querétaro”, dice Miguel Epardo de su amigo. Y es verdad. Apenas se anunció la mañana de ayer el deceso del abogado e historiador, y comenzaron a circular en las redes mensajes de despedida y agradecimiento.
Sus amigos recordaron su alegría, su pasión por la música, su contribución cultural a la entidad, su gran hazaña al ganar el Premio de los 64 mil pesos, y su nombramiento como Cronista del Estado, que sólo se ha entregado a dos hombres en Querétaro.
Autor de múltiples libros, un apasionado de Querétaro y su historia. En los últimos años, junto a la Asociación de Cronistas Municipales del Estado de Querétaro, se enfocó en dignificar la labor del cronista. Él fue el creador de la figura del Cronista Barrio, que recién aprobó el Municipio de Querétaro. Pero aún quedaron pendientes, uno de ellos es una ley que reconozca el trabajo del cronista con su correspondiente pago.
La Asociación de Cronistas Municipales del Estado de Querétaro tiene 32 años de existencia, hace seis ingresó Garrido del Total, en el último periodo era el vicepresidente de esta asociación.
“Andrés creó la figura del Cronista de Barrio, eso no existía, y ya lo aprobó el Municipio, es una obra que hizo él, y que es importante porque es imposible que un solo cronista pueda abarcar todas las zonas tan inmensas que tiene (…) Cuando ingresó Andrés a la asociación retomó con mucho ímpetu la propuesta de una ley, que se estaba luchando de tiempo atrás, para que se reconozca el valor de los cronistas municipales, que son los fedatarios del acontecer cotidiano de cada uno de sus municipios, y que posteriormente va a ser la historia para las generaciones que nos sigan adelante, y sí estuvimos luchando por una ley que proteja y le dé dignidad al cronista municipal, pero está en standby, ya van tres gobiernos y no hemos tenido aún respuesta, vamos a seguir luchando porque así lo quisimos, así lo quiso Andrés y así lo queremos todos”, revela en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, Rubén Páramo, presidente de la asociación civil de Cronistas del Estado.
Páramo Quero, como amigo de Andrés, añade: “era de los mejores, franco, abierto. Es una lamentable pérdida para la Asociación de Cronistas de Querétaro y para el Estado. Maestro de varias generaciones de la Universidad Autónoma de Querétaro. Era muy entusiasta, producía muchos libros, tenía mucho valor como persona, como historiador, como investigador, como amigo y como hermano, es una gran pérdida para el estado. Teníamos muchos planes, algunas próximas conferencias que ya estaban programadas se realizarán en su honor”.
El violinista de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro, Miguel Epardo, coincide en que Garrido del Toral era un gran amigo, con un extra, era un hombre sin doble cara, al que la gente amaba o no.
“Era un erudito, con mucho conocimiento y una memoria envidiable. Mi compadre, Andrés, tenía una personalidad impresionante, se daba a querer. No se andaba con dobles caras, era una persona auténtica, delante de gobernadores y presidentes municipales despotricaba lo que él consideraba que era lo mejor para Querétaro, y por eso se ganaba muchas enemistades. Pero la mayoría de la gente que lo conoció a fondo lo llegó a apreciar”.
La amistad de Miguel con Andrés comenzó en 1981. “Al fin queretanos, compañeros de la misma secundaria y compañeros de la universidad, entablamos una hermandad. Al doctor Andrés, cuando a él apenas estaba en la prepa, la gente ya le decía licenciado, porque veían todo el perfil que llevaba para ser un gran jurista, especialista en Derecho Constitucional, ganó el Premio de los 64 mil con Pedro Ferriz, precisamente hablando de la Constitución, y sabiendo todas las respuestas. Fue una apasionado de Querétaro”, reitera Miguel, y reconoce que su partida es una pérdida para Querétaro, y su nutrido legado es una contribución para las presentes y futuras generaciones.