“Vengo a construir, no a destruir”, con esta frase llegó Ludwig Carrasco a la dirección de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro (OFEQ), en febrero de 2018. Y el pasado jueves 28 de noviembre, celebró con su orquesta el último concierto de la temporada 2019; así también comenzó su despedida como director titular de esta agrupación que es Patrimonio Cultural de Querétaro.
Música de la compositora francesa Lili Boulanger; Concierto para violín de Wieniawski, con la exacta ejecución del violinista polaco Kazimierz Olechowski; y “La consagración de la primavera”, de Stravisnky, se escuchó en este concierto, una espléndida gala musical que se coronó con los aplausos del público; la orquesta se puso de pie para recibir junto con su director el agradecimiento.
Ludwig salió del escenario del Teatro Metropolitano, los músicos se acomodaron de nuevo en sus asientos y los aplausos hicieron que el director volviera a escena, esta vez no sólo para recibir el reconocimiento del público, los integrantes de la Filarmónica de Querétaro aplaudieron con sus instrumentos, e hicieron resonar el piso del escenario con el golpeteo de sus pies.
Carrasco pidió que la orquesta se pusiera de pie para atender la generosa ovación del público, pero los músicos no se levantaron, seguían aplaudiendo a su director, y era un aplauso que no sólo incluía el reconocimiento por esa noche, sino por todo el trabajo que realizó durante su gestión, tiempo en el que reiteró con hechos la frase con que se presentó: “Vengo a construir, no a destruir”. Además de repetir en diferentes ocasiones, cuando los problemas al interior de la orquesta acrecentaron, “estoy con ustedes”. Esos plausos de los músicos a su director, se sintieron como un: “estamos contigo”.
El próximo 12 de diciembre, como una actividad extemporánea, será el último concierto de Ludwig Carrasco como director titular de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro, y el 31 de diciembre concluye finalmente su cargo en esta agrupación.
Luego de vivir 20 años en el extranjero, Ludwig Carrasco, originario de Morelia, regresó a México para tomar la dirección de la OFEQ; el también violinista fue elegido por los propios músicos de la agrupación.
Carrasco llegó con la idea de dar una identidad a la OFEQ, abrir espacio a los músicos, cantantes y compositores mexicanos, tanto hombres como mujeres. Creó el Primer Concurso Nacional de Solistas de Repertorio Mexicano, dedicado especialmente a jóvenes. Además de realizar estrenos nacionales y estrenos mundiales, de los cuales destaca el trabajo que realizó con el colectivo Interciclos, quienes crearon piezas para la película Nosferatu; una sinfonía de horror, de F. W. Murnau.
El trabajo de Ludwig destacó no sólo dentro de la OFEQ, pues también impulsó la creación de Interciclos, colectivo integrado por Ignacio Baca Lobera, Andrea González, Édgar Guzmán, Germán López Vargas, Juan José Bárcenas y Pablo Rubio Vargas. Y en este 2019, el colectivo organizó su primer festival de música nueva, en dicho evento Ludwig realizó varios conciertos, uno de ellos muy especial; el violinista acudió al asilo de ancianos del barrio de San Sebastián, en donde compartió con los residentes del lugar una serie de piezas, del trabajo del músico y la fabricación del violín.
Juan José Bárcenas, también docente del Centro de Educación Artística (CEDART) “Ignacio Mariano de las Casas”, invitó la semana pasada al experimentado violinista a la escuela, para tocar y conversar con los jóvenes estudiantes.
Ludwig Carrasco, desde el mes de septiembre, es director de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes y cerrará el 2019 con una gira en Finlandia, Suecia y Noruega.
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