domingo.valdez@eluniversalqro.com.mx
“A nosotros nos encanta el teatro porque nos da la oportunidad de conectar con las personas que nos prestan unas horas de sus vidas para compartir historias, para escapar de la rutina, incluso en ocasiones para reflexionar de cosas importantes”, dice Natalia Ruiz San Sebastián, alumna del octavo semestre de la licenciatura en actuación, en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y quien junto con sus compañeras monta la obra Un enemigo del pueblo.
Denisse Hernández Padilla, David Flores López, Daniela Treviño Hernández, Diana Torres Guerrero, Ana Karen Martínez Aviles, Brenda Gil Velasco, María Fernanda Amaya Badillo y Natalia ensayan en el escenario del teatro Esperanza Cabrera, donde también se presentan durante los fines de semana hasta el 1 de junio. Los jóvenes son dirigidos por Víctor Sasia, maestro de la UAQ en la licenciatura de actuación, dentro de la compañía Enigma Teatro.
“Este es el grupo de octavo semestre. Están haciendo su examen de actuación ya para graduarse. Yo soy actor y director del estado de Querétaro desde hace 17 años. Es un buen grupo, pequeño, pero van muy bien. En este grupo son ocho, siete chicas y un chico. La generación es de 16. Está dividida en dos grupos. En este grupo se montó Un enemigo del pueblo”, explica Sasia.
Indica que es una adaptación de la obra de Henrik Ibsen. El montaje trata de un doctor encargado de un balneario que es el negocio principal del pueblo. El doctor descubre que comienza a detectar enfermos. Hace una investigación para detectar si los visitantes son quienes van enfermos o en el balneario hay algo que enferma a los paseantes.
El resultado generará reacciones encontradas y de conveniencias y la disyuntiva de avisar o no de los resultados. “Es una historia que conocemos, que se ha dado por épocas. Incluso, creímos pertinente montar esta historia porque hablábamos un poco de lo que vivimos en la pandemia, cuál es la verdad, gente que ocultaba cosas y no sabíamos quién decía la verdad. Así como el gobierno oculta cosas para no alterar a la gente. Escogimos esta obra para exponer las problemáticas sociales y que de repente linchamos a alguien que sólo buscaba beneficiar a los demás”.
Comenta que la dificultad para estudiar actuación y teatro se daba desde el hogar con la aceptación. Ahora es menos ese rechazo a la carrera, pero es muy extraño, pues aún les dicen que estudien alguna carrera tradicional, como contaduría o medicina. Estudiar artes es subjetivo y mucha gente aún cuestiona si se puede vivir de la actuación.
“Es una carrera de resistencia, muy amplia y nunca se acaba porque cada montaje al que uno se enfrenta, en cada obra en la que uno participa es un aprendizaje nuevo. Es aprender todo el tiempo”, dice.
Posibilidades infinitas
Natalia dice que el teatro es un mundo infinito de posibilidades, desde el desarrollo del personaje, la escenografía, el vestuario, el maquillaje. “Siempre son oportunidades para esforzarnos creativamente por encontrar nuevas posibilidades, y así poco a poco darle vida a cosas maravillosas”, asegura.
En tanto, el director de la obra precisa que la actuación es una carrera de constante aprendizaje y de mucha satisfacción personal. Acepta que es una carrera complicada en lo económico, porque en el país no se valora el arte y la cultura y los presupuestos cada sexenio son peores, y que la gente no consume mucho teatro, en parte porque prefieren las plataformas de streaming y quedarse en casa.
Querétaro, considera, es el segundo corredor más importante a nivel nacional para el teatro, después de la Ciudad de México, con quien, asegura, es imposible competir por la población y la oferta.
“Querétaro tiene más de 40 compañías de teatro, como 20 tienen sus espacios propios. Las demás andan fluctuando en los espacios, los espacios de gobierno. Eso quiere decir que Querétaro es importante a nivel nacional haciendo teatro, porque se hace de todo. A la semana podemos tener 20 propuestas distintas de teatro. Desde lo comercial hasta lo experimental, de investigación, laboratorios, escolar. Hay mucha gente haciendo teatro en Querétaro. La carrera crece más, hay más alumnes que van llenando estas compañías y eso hace que de cierta manera haya más competencia y eso nos obliga a tener mejor producto”.
