La octava edición del Festival Oxímoron llegó a distintos museos de Querétaro para presentar el trabajo creado por artistas que no saben de límites, obra de pintura, fotografía y piezas que se pueden tocar, para que el espectador aprecie el arte, pueda experimentarlo y sentirlo.
Oxímoron 2022 llega a su fin hoy, con varias actividades. Como el recorrido por la exposición Aprendiendo a volar, de César Omar Rossell Osorno, en el Museo Anbanica de Historia en Corregidora, programado a las 11:00 horas. A través del Facebook del Festival Oxímoron, a las 12:00 horas, será la premiere de un proyecto colaborativo entre las compañías de danza Anjali Dance Company y Dadance. Y a las 18:00 horas, en Plaza de Armas, Alejandro Chávez, director de la compañía de danza Ciudad Interior, presentará una acción colaborativa a modo de una breve intervención.
En el Museo de la Ciudad se inauguró la obra Huellas apreciables de Shino Watabe, pintora invidente originaria de Japón, con más de 20 años radicando en México. Para Shino, “el nervio óptico atrofiado hace que se abran los verdaderos ojos”.
Durante la inauguración, la artista dijo que se acercó a la pintura para poder expresarse.
“Yo comencé a pintar porque no podía hablar bien, creo que mis pinturas hablan lo que yo quisiera expresar, también mis pinturas pueden tocarlas, porque a través de cada cuadro hay una historia detrás”. Cada pieza es una invitación a una experiencia sensorial a través del tacto, para descubrir las historias propuestas por la pintora.
Como parte de Oxímoron 2022, la artista también impartió un taller, en donde las participantes exploraron diferentes técnicas de dibujo, pero con los ojos vendados, una experiencia sensorial para poder ver de forma distinta a través del arte.
Para tocar y sentir
En el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro se inauguraron dos exposiciones que se pueden tocar. Francisco García presentó Arte con sentidos, una serie de grabado y Braille, que a través del tacto lleva al espectador a imaginar y adentrarse en la obra.
Contexturas, exposición de Laura García, está inspirada en el mundo Fungi y los microorganismos, es una muestra donde las texturas, formas y color son parte de las mismas piezas.
Laura explicó que su obra retoma la imagen de los microorganismos de la naturaleza, “apropiándose de los patrones marinos, corales y plantas, está diseñada para tocarse, sentirse, percibir las formas, la dimensiones, los invito a todos que a que tengan una experiencia sensorial, diseñada para explorar, que no es tan visual pero que se puede percibir de otras formas”, dijo la joven artista.
Durante la inauguración de las exposiciones de Francisco y Laura, se contó con la presencia de Ivonne Ruiz, de la Universidad Autónoma de Querétaro, quien dijo que estas obras de arte llevan a los espectadores a ser más empáticos.
“A veces necesitamos ponerlos en el lugar del otro, cuando tenemos esa capacidad para ponernos en el lugar del otro, el mundo cobra otra dimensión y nos hace exigirnos ser mejores personas y tratarnos con respeto, incluso con cariño, estas exposiciones nos tocan como arte con sentido, nos va a permitir tocarlas, traten de sentir y de ver con sus dedos lo que nos ofrecen con sus piezas”.
Además, en el Museo Anbanica de Historia, ubicado en el municipio de Corregidora, se presentó la exposición pictórica de César Omar Rossel Osorno, joven con parálisis cerebral que a través de la pintura encontró la libertad.
César Omar inició su incursión en la plástica desde hace cinco años, “primero como una forma de terapia para salir de una fuerte depresión, cuenta que la pintura le ha ayudado a retomar el pulso de sus emociones.
Su exploración ha sido dentro de la corriente abstracta, se nota en ella, una búsqueda que tiende a concretar un lenguaje personal”, se lee en su ficha.
Y está programada, como parte de las últimas actividades del Festival Oxímoron, un recorrido por Aprendiendo a volar, con la presencia del artista,hoy, a las 11:00 horas.