La Galería Municipal mantiene en sus salas la exposición Cultus Machina, obra de Eduardo Ramírez, artista plástico egresado de La Esmeralda, con especialidad en fabricación digital, y centrado en dialogar ente lo orgánico y la creación a través de máquinas.
Eduardo, se lee en el texto de sala, concibe las prácticas artísticas como un espacio de investigación y experimentación a partir del uso de nuevos medios y sus implicaciones en la vida diaria. Su obra se caracteriza por la fusión de técnicas y materiales no convencionales que generan un discurso propio.
“Releja una característica inminente de nuestro contexto contemporáneo; la incursión de la tecnología en la vida cotidiana. La importancia del proceso e investigación comienza con la experimentación de los materiales, una colaboración hombre-maquina y la traducción física de la escultura a partir de la intervención digital”.
Y esa relación con la tecnología hace pensar “en un arte basado en procesos científicos donde la precisión, los números y escalas juegan un rol importante en la propuesta artística. Existe un puente entre lo análogo y lo virtual a partir del uso de robots, forma, simetría, así como el error programado parte de un post-humano filosófico. Se propone una dualidad entre lo orgánico y la geometría matemática que cuestiona la escala humana, lo sagrado recontextualizado de tótems maquínicos así como pinturas tecnológicas que enfatizan un concepto de belleza poco convencional de la perfección industrial de los materiales”, detalla Fernanda Olivares en el mismo texto de sala.
Y para dar cierre a la exposición Cultus Machina, el próximo lunes 30 de mayo, de 11:00 a 14:00 horas, se realizará el taller de dibujo híbrido usando herramientas de fabricación digital, a cargo de Eduardo Ramírez y Fernanda Olivares