El compositor Mauricio Beltrán creció escuchando a su padre hablar de ciencia y música, todo tipo de música, desde las grandes obras rusas hasta el inolvidable José Alfredo Jiménez. En honor a la memoria de su padre, el físico Virgilio Beltrán López, Mauricio presenta este jueves en el Teatro Metropolitano “…para atrapar un son”, estreno mundial con la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro (OFEQ).
La obra “…para atrapar un son” es una composición para orquesta de cámara que explora la cercanía entre el son jarocho, la música hindustaní, y las prácticas métrico-rítmicas propuestas por Igor Stravinsky. “Parece muy complejo, pero no lo es tanto”, dice el mismo Mauricio.
La obra nació de una exploración al son jarocho, se nutrió de gestos rítmicos de sones tradicionales como “El Cascabel”, “El Pájaro Cú” y “El Siquisirí”, pero también tiene guiños de la música del norte de la India. Y de fondo hay una bella historia que empezó como un juego en la imaginación del compositor.
“Yo mismo me hago ciertos juegos para componer. Imaginé que Sarasvati, diosa de la música en la India, va con Stravinski al sotavento veracruzano y de repente se topan con un zapateado jarocho y tratan de entenderlo, y ese tratar de entender es ‘…para atrapar un son’; cómo hacen para entender esta música, cada uno desde su perspectiva. La obra empieza con gestos de sones muy conocidos, pero es como un esbozo, y de repente se oyen ritmos hindús, mi reto fue fusionar todo para que no quedara desmembrado. Al final digamos que estos personajes aprenden el son, atrapan el son”, explica Mauricio en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.
Al ser una obra para orquesta de cámara, el número de instrumentistas en escena se reducirá, “y no es que pierda sonoridad, casi cada instrumentista se vuelve solista. Es una obra con mucho colorido y una rítmica muy vital, seguro el público se enganchará rápidamente por esos guiños que tienen con el son, que es la manifestación vernácula mexicana que a mí más me gusta”, detalla el compositor, docente e investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Virgilio Beltrán López (1932- 2000), investigador y docente la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dedicó gran parte de su tiempo a la difusión de la ciencia; publicó numerosos artículos científicos y entre sus obras destaca el libro “Para atrapar un fotón”, publicado por el Fondo de Cultura Económica.
“Después de esa publicación, platicamos de la posibilidad de hacer un libro entre él y yo, un libro que se llamara ‘…para atrapar un son’, que trataría de explicar la música de manera amena para el público en general, desde un punto de vista físico-acústico, desgraciadamente mi papá murió cuando estábamos en ese proceso y ese libro nunca se hizo. En 2016 se me ocurrió retomar eso y comencé a hacer esta pieza orquestal, a su memoria”, platica Mauricio mientras sostiene en sus manos el libro “Para atrapar un fotón”.
Y a la vez cuenta que su padre lo incitó a estudiar una carrera científica, pues no estaba muy de acuerdo con que tomara la música de forma profesional, pero al ver su apego y dedicación a sus estudios de piano, terminó por apoyarlo e impulsarlo también a estudiar la maestría en Nueva York, y después el doctorado.
A la distancia, Mauricio recuerda a su padre como un científico de memoria prodigiosa, al que le encantaba la música y en todas sus conversaciones resaltaban las citas de canciones o palabras dichas por ciertos compositores.
“Era un músico aficionado de toda la música; popular y clásica, y creo que mi amor por la música nació de oírlo hablar de música, de escuchar la música que ponía mientras escribía sus libros, y todo eso fue permeándose en mí”.
Tanto la ciencia como la música clásica están alejadas de la población, por esa falsa idea de que es sólo para especialistas o grupos de élite. El libro que pretendía escribir Mauricio con su padre tenía la intención de hablar de ambas disciplinas, de manera sencilla, para acercarlo a todo público. Y su obra “…para atrapar un son” tiene el mismo sentido, con sonidos conocidos busca involucrar al público a una nueva obra.
La mejor forma de acercar a la gente a la música, explica, es invitándola a escuchar, sin emitir juicios, sin explicaciones complejas, ni técnicas. Dejarla sentir la música. Aunque sí advierte que el arte se debe inculcar desde el preescolar y de forma continua, tanto en casa como en la escuela.
“Los científicos siempre están buscando maneras de acercarse a la gente, lo vemos en el Campus de la UNAM Juriquilla con sus charlas de divulgación científica, y en nuestro caso no debe ser tan complejo, no es tan fácil explicar la música, pero tampoco es imposible, lo más importante es escucharla. Necesitamos crear público para que escuche la música clásica y sobre todo la música contemporánea clásica, pero a la vez tenemos que darles las herramientas para que también tengan el interés, si logramos eso, sin abrumarlos, empezaremos a crear ese público, y eso es algo que veo que quiere lograr el maestro Ludwig Carrasco al frente de la OFEQ”, agrega.
Las obras de Beltrán se han presentado en Estados Unidos, España, Reino Unido y México; en festivales como el Ibero-American Music Festival of New York, Festival Internacional Cervantino, Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez y Festival Internacional Callejón del Ruido.
Originario de la Ciudad de México, llegó a Querétaro a finales de 1996. A su arribo, hizo contacto con el entonces director de la Filarmónica y habían programado el estreno de una de sus obras, pero nunca se celebró. “Tuve mala suerte en ese entonces”, dice el compositor.
Ahora, con Ludwig Carrasco como director titular de la OFEQ, se realizará el estreno de “…para atrapar un son”, obra que permaneció guardada desde 2016. Si hay instituciones impulsando la creación de nuevas obras orquestales, ¿por qué una obra pasa tanto tiempo en el cajón?
“Es muy difícil que un director de orquesta se atreva, se arriesgue y apueste por compositores actuales vivos que aún no han estrenado obra, pero es un riesgo que se tiene que hacer, por eso le aplaudimos mucho al maestro Carrasco, porque realmente promueve el interés, y con eso está logrando que se cierre ese círculo en el que deben participar compositores, intérpretes y público; antes de que Ludwig llegara, estaba un poco trunco ese enlace, los compositores de Querétaro no teníamos oportunidades de estrenar, estaba un poquito incompleto ese ciclo, él ha dado mucha apertura, tiene interés de promover la música de México y de Querétaro, es una apuesta muy interesante, nos alegra mucho y estoy seguro que el público poco a poco se va involucrar más y más”.
La pieza “…para atrapar un son”, tendrá finalmente su estreno mundial con la OFEQ este 31 de enero, a las 20:00 horas, en el Teatro Metropolitano. La gala se completará con el “Concierto para corno”, de Reinhold Glière, teniendo como solista a Alfonso Cosme; y cerrarán con la “Sinfonía No. 3, Heroica”, de Ludwig van Beethoven.
Fecha: 31 de enero
Hora: 20:00 horas
Lugar: Teatro Metropolitano
Dirección: Ludwig Carrasco
bft