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La fundación Carol Rolland inauguró una exposición para celebrar el natalicio número 85 de Carol Rolland, una artista adelantada a su tiempo, ya que además de ser creadora fue madre, esposa, abuela y promotora cultural, buscando siempre crear un cambio positivo a través del arte y demostrar que la empatía es el camino para construir una mejor sociedad.
La artista nació el 11 de agosto de 1936 y falleció el 10 de noviembre de 2015. El estilo de su producción artística se caracteriza por ser abstracta, además se apropió de diferentes técnicas, tales como el óleo y el grabado, haciendo que su producción fuera muy diversa y abundante.
Un rasgo interesante de la artista es el inicio formal de su carrera, pues incursionó en el arte cuando tenía aproximadamente 40 años, cuando la etapa infantil de sus dos hijos había culminado. A partir de ahí aprovechó cada momento libre para plasmar sus ideas, sentimientos y empatía en su obra plástica.
Esperar a que el tiempo fuera el correcto le permitió convertirse en la gran artista que fue y en un ejemplo de creadora al mantener un equilibrio entre su identidad de madre, esposa y su identidad como artista.
“La vida de esta mujer es un testimonio de fortaleza y el valor de quien desea ser fiel a sus principios, manteniendo un equilibrio magnífico entre su función como esposa, madre y abuela y a la vez asumiendo su papel como parte de una comunidad artística”, afirmó Susana Ocampo, coordinadora de la fundación.
La exposición surge para conmemorar el cumpleaños de Carol Rolland y dar a conocer una producción mucho más personal y más allegada a su corazón. La muestra congrega 12 piezas las cuales provienen de la colección particular de la familia de la artista, y dos de éstas son inéditas, se exhiben al público por primera vez.
La selección de las obras estuvo a cargo de Xavier Llamas Rosete y contó con la museografía y gestión de Susana Ocampo, quien describe la colección como: “piezas significativas, muy personales para la familia, reflejan el alma de la artista y es un gesto muy valioso por parte de su esposo e hija el compartir un pedacito de la relación de familia”.
Dichas obras reflejan a la perfección la identidad plástica de la artista. “Rolland es dueña de un lenguaje visual autónomo que incluye su propia iconografía. La complejidad visual de sus obras, manifestada en la forma, el color y la línea de sus piezas, hace que su composición sea independiente de las referencias del mundo real”, afirma Ocampo.
Una mujer que apoyó a artistas
La muestra busca reflejar a Carol Rolland, quien se caracerizó por ser muy entregada a su trabajo, a su familia y al prójimo. También se distinguió por ser fiel creyente de que el acercamiento y el apoyo al arte puede generar un cambio positivo en la sociedad. Por esto, la artista, junto con su esposo, creó su fundación el 23 de mayo del 2011, para impulsar a los artistas jóvenes y emergentes, abriéndole sus puertas de su espacio expositivo, biblioteca y talleres.
La fundación también cuenta con un programa de becas, que se otorgan mediante una convocatoria, para apoyar cada año a un estudiante de la facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Querétaro. La artista tuvo en vida la oportunidad de entregar el estímulo por tres generaciones y conocer e incentivar la mirada artística de los jóvenes acreedores de la beca.
Esta empatía y búsqueda por dejar un legado no sólo en su familia sino en la escena cultural, sigue siendo honrado e impulsado por la fundación.
“Hoy que celebramos su 85 aniversario, nos complace dar cuenta que la fundación mantiene su dinamismo (…) la visión y misión de la fundación no se ha perdido, se ha continuado y se continuará con el legado que ella ha dejado”, añadió Susana Ocampo.
Todo el resto del mes se seguirá festejando a la artista que ha sido ejemplo de fortaleza, resiliencia y dedicación, pero sobre todo ejemplo de que nunca es tarde para retomar todas aquellas pasiones y sueños olvidados.
La exposición tendrá permanencia hasta el 24 de septiembre en la Fundación Carol Rolland, ubicada en la calle Melchor Ocampo Norte. 13 en el Centro Histórico de Querétaro, en un horario de visita de lunes a viernes de 10:00 a 12:00 y 16:00 a 18:00 horas y los días sábados de 10:00 a 14:00 horas.