Para quienes ven el sexo como un desafío, la búsqueda constante de aumentar el placer es una cuestión prioritaria. Si eres de los que buscan orgasmos cada vez más intensos, sabrás la importancia de salir de la rutina.
Esta búsqueda del placer no es precisamente producto de la sobre- explotación sexual a la que estamos expuestos en la actualidad, ya que existen técnicas aplicadas por pueblos ancestrales, desarrolladas, mejoradas y pulidas a través siglos, cuya eficacia está más que comprobada.
La idea es masajear o masturbar el pene sin manos, utilizando los músculos del interior de la vagina. La técnica proviene de India y se les enseñaba a las sexoservidoras de lujo. La vagina se convierte en el órgano de succión del pene similar al movimiento que hace la boca al practicar sexo oral. Este ejercicio es similar al de Kegel.
Ahora viene la parte más intensa, cuando el hombre está a punto de eyacular, la mujer debe usar sus dedos para hacer una pinza en la base del miembro viril para retrasarla, los dedos pueden ser del pie o de la mano. Cuando el orgasmo es inevitable, la chica debe retirar la pinza y presionar entre el escroto y el ano. La leyenda dice que ellos se desmayan del placer que reciben.
Se usaba en los burdeles del país y en otros de Oriente. La idea es amarrar un cordel en la base del pene para estrangularlo durante las fases del coito. Se cree que si sometes a presión al órgano, el placer cuando llegue el orgasmo será inexplicable. Es recomendable que aprendas los tiempos en que debes ejercer la presión, por ejemplo, cuando estás haciendo sexo oral el hilo debe estar flojo, cuando inicia el coito lo ajustas un poco más y cuando sientes que él va a eyacular, lo aprietas aún más, pero cuando la eyaculación llega, lo tienes que soltar para no poner en riesgo su salud. Si no lo haces correctamente, mejor no te decimos que pasa, pero hazlo bien.
Se trata de un golpe seco e indoloro en la zona de las costillas del hombre, el cual hará que su ano se contraiga y le provoque más placer, al momento del golpe el pene debe estar dentro de la vagina de la chica. El giro de la historia es que la maniobra requiere de dos mujeres, una que es penetrada y la otra que da el golpe al hombre. El golpe debe ser dado en la mitad o casi al final de la relación sexual, pues la contracción anal sumamente placentera adelantará la eyaculación.
Los grabados que narran la vida de los tibetanos muestran a parejas realizando esta técnica. La idea consiste en que el hombre se coloque en la postura de flor de loto, la mujer deberá enroscar las piernas alrededor de la cintura de él y así se logre la máxima penetración. No parece tan exótico, pero la magia de la técnica consiste en la respiración de las bocas de ambos, cuando él exhale, ella inhala y viceversa, todo sin sacar el pene de la vagina. Cuando ella inhala, deberá mecer su pelvis hacia adelante y contraer los músculos vaginales, cuando ella exhale deberá mecerse hacia atrás y relajar los músculos de la vagina. El orgasmo se logra luego de un momento hipnótico.
Es una técnica en la cual se agrupan diversos ejercicios en los que el ingrediente principal son las armas blancas. Para acariciar las zonas erógenas debes contar con una navaja o un cuchillo con el que rodees los pezones, el ano, la vagina y el pene, sólo debes acariciarlos. Es una idea excitante debido a la adrenalina que despierta. Si quieres aumentar la sensación, venda los ojos a tu pareja.