El viernes 4 de junio y el sábado 5 de junio está la invitación para ir a tejer con la Colectiva Hilos, originaria de Guadalajara, en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro (MACQ) y participar en el tejido colectivo contra los feminicidios y desapariciones que tiene por nombre Sangre de mi sangre.
¿Tienen que saber tejer? ¿Qué tienen que llevar? No es necesario saber tejer y ahí les proporcionarán el material, pueden tejer con los dedos, pero si prefieren pueden llevar un gancho grueso. Para la actividad se está pidiendo una cooperación de 120 pesos, con la cual están garantizando la continuidad de la acción y la posibilidad de que teja alguien más que no pueda pagar. Para familiares de desaparecidos, el material es sin costo.
La semana pasada en el MACQ se inauguró Sangre de mi sangre, tejido colectivo de color rojo y de gran escala, que representa el derramamiento de sangre a causa de los feminicidios y las desapariciones ocurridas en Jalisco. Esa mancha roja se extiende como un río ha viajado de la capital de Guadalajara a Ciudad de México, Chihuahua, Puerto Vallarta y ahora llega a Querétaro para visibilizar esta problemática en la entidad.
Pueden participar tejiendo desde sus hogares o a través de los talleres que imparte la Colectiva Hilos, pero no es necesario ser un experto en tejer, la actividad es una experiencia que busca el trabajo colaborativo y la reflexión de esta problemática.
Ante el incremento de violencia en Jalisco, Colectiva Hilos convocó a finales de 2019 al público en general a tejer con un hilo rojo para hablar de feminicidios y desapariciones.
“Nos juntábamos cada domingo durante dos meses y medio, en un parque del centro de Guadalajara, y llegaba gente por casualidad, porque la avenida Juárez se cierra los domingos para que puedan pasear y andar en bicicleta, entonces muchos caían por azar y se interesaban en lo que estábamos haciendo y se unían, o llegaban por la invitación que publicamos en nuestras redes, así tejíamos juntos como cinco horas cada domingo”, recuerda Maj Lindström, fotógrafa e integrante de la Colectiva.
De esa primera etapa se sumaron a tejer 150 personas, la mancha roja empezaba crecer. ¿Y luego qué hacer con ella?
“El 7 marzo hicimos una acción, ritual, sanador, denuncia, todo junto, y pusimos todo el tejido que medía 250 metros, debajo de la estatua de la Madre Patria que está en el centro de Guadalajara, llegó mucha gente a estar con nosotros, luego cargamos el tejido por toda la avenida Chapultepec hasta la ‘Glorieta de las Desaparecidas’ (Glorieta de los Niños Héroes) como se le dice ahora, al terminar la procesión pusimos el tejido en el piso, y algunas madres de desaparecidos dijeron algunas palabras, ese fue el proceso de la acción de la primera etapa. En la marcha del 8 de marzo cargamos una parte del tejido y mucha gente se unió a ayudarnos a cargarlo”, platica Maj, poniendo como ejemplo la importancia que tiene la suma voluntades en esta acción.
La pieza textil Sangre de mi sangre que se exhibe en Querétaro es sólo un fragmento de 17 metros. Y luego de estar presente en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro hasta el 27 de junio, llegará a la Galería Libertad y el Museo de la Ciudad, en donde continuará abierta la invitación para que más personas se sumen a tejer y hacer visible esta problemática social.