La Galería Víctor López inició con su proyecto de residencia para artistas, en esta primera etapa están invitando a artistas nacionales, y a la fecha ya han recibido a más de 10 creativos. En las últimas semanas estuvieron Orietta Aguilar, de la Ciudad de México, y Alejandra Carmona, radicada en Guadalajara, quienes desarrollaron su obra en los talleres de La Madriguera Gráfica.
Orietta creó una obra en abstracto en la que los personajes principales son los colores. “No es sobre un tema en especial, me gusta mucho el color, el objetivo es provocar esa sensación de la imagen y el color, que mucho lo tomo de la naturaleza, no como una representación, pero sí como inspiración, hay una paleta de colores riquísima simplemente en el campo y la ciudad”, explicó en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.
La pieza creada en Querétaro formará parte de la obra que enviará a Polonia para participar en una exposición colectiva. Además de otras exposiciones que contempla para 2022.
Sobre el proyecto de residencia artística que promueve Víctor López, destacó la importancia de abrir espacio para crear y difundir el trabajo del artista.
“Veo un buen proyecto, no hay muchos proyectos así, o no los hay, está muy bien pensado, interesante, brindando los medios, el taller, la residencia, sé que es un trabajo arduo, nosotros que hacemos exposición y publicación sabemos que es un proyecto difícil, ambicioso, pero lograble, y como artista estoy agradecida de que se tomen el tiempo y abran espacio”, detalló Orietta.
En tanto que Alejandra Carmona, originaria de Zacatecas y radicada en Guadalajara, llegó a la residencia con la idea de trabajar con el recuerdo de los antepasados.
“Es una pieza que muestra una escena, un antepasado del desierto, una escena desértica, un personaje quimérico que salió de mí, donde él está cargando una máscara de un cráneo y debajo hay un cráneo humano, una escena muy mística, surreal, aún sigo definiendo el título. Mi idea es hablar sobre nuestros antepasados, sobre la memoria de ellos y como, a partir de ciertos rituales o festivales, los traemos de vuelta a la vida”, explicó Alejandra.
Su obra es de figurativa con un interés especial en la identidad y el actuar humano, un miramiento a lo bueno y lo malo, el dualismo abordado desde su imaginario y representado mediante una serie de personajes o figuras quiméricas. Aunque su obra gráfica ha tomado mayor notoriedad, trabaja pintura, escultura, y en los últimos años su lienzo es la piel. Es tatuadora e investiga la forma de llevar las texturas que permite el grabado a la piel.
“Creía que iba a ser similar trabajar en la piel tantos años dedicándome a la pintura, el dibujo, la gráfica, y llegar a este nuevo lienzo fue un reto y sigue siendo un reto, yo me sigo considerando una aprendiz, pero me ha gustado mucho el hecho de plasmar sobre la piel de una persona, y es padre cuando llegan y te piden diseño de autor para un tatuaje. Todavía sigo investigando cómo pasar la gráfica que hago a la piel, lo que me interesa es crear las texturas”, destaca.
