¿Dónde quedó la pintura? Es la pregunta que surge ante la nueva exposición de Gustavo Villegas que, bajo el nombre “Confinados, relatos de una pandemia”, se inaugura este viernes 6 de enero a las 19:00 horas, en Galería Libertad.
Gustavo es conocido por su obra pictórica sobre autos chocados e incendios, pero de aquellos grandes cuadros a todo color, en los últimos años el artista se ha volcado a observar los detalles, esas pequeñas destrucciones que son ignoradas por el ojo común. Y en “Confinados”, además de no elegir a la pintura como su medio de expresión, si no a la ilustración, nos muestra escenarios más intimistas, momentos a blanco y negro, en donde el personaje que se repite en las ilustraciones es un alter ego del mismo Gustavo.
“Durante los primeros meses de la pandemia muchas emociones me invadieron y decidí preguntarle a amigos y familiares si estaban viviendo situaciones similares, cada uno me contó relatos hermosos que decidí reinterpretarlos y convertirlos en piezas de arte”, explica Villegas y dice que el hecho de compartir este proyecto es saber si existen entre el público coincidencias sobre las experiencias vividas durante la pandemia.
“En su obra, los espacios tienen protagonismo —usualmente mostrando su deterioro o súbita aniquilación—, de modo que es entendible que el confinamiento le hiciera fijarse en cómo se convivía con éstos, poniendo la atención en los muros y techos a la par que se alteraba el ritmo de la vida.
“El paisaje se acotó y se redujo al sitio que nos daba cobijo. El espacio se trasladó del contexto al centro o pretexto de la obra: en las ilustraciones no vemos la representación del espacio, sino las experiencias de habitarlo; los rastros o consecuencias del tiempo no en los muros sino en las personas que viven en ellos y, sobre todo, en sus historia”, detalla el escritor Imanol Martínez en el texto de sala.
¿Te has sorprendido descubriendo detalles que antes no veías o mirando con mayor detenimiento el entorno que te rodea?, les pregunta Gustavo en cada una de las entrevistas que dieron pie a estas ilustraciones, para después invitarlos a pensar que, así como uno genera memorias y recuerdos de los espacios, las manchas, golpes, humedades, descarapeladas se vuelven registro de éstos, explica Imanol.
Y a la pregunta, ¿dónde quedó la pintura? Gustavo responde: “En esta ocasión es ilustración, quiero cada vez más, que sea la idea la que mandé y a partir de ahí buscar la disciplina que mejor ayude a comunicar la idea. No sé si lo logro, pero al menos lo intento y ando en la búsqueda de ser cada vez más multidisciplinario o no solamente pintor”.
Y retomando palabras de Imanol, dice como parte de su respuesta: “la ilustración como una aproximación a realidades distintas: una forma de arrojar luz al entendimiento de las inquietudes. Y en casi todas, un mismo personaje, suerte de álter ego de Gustavo, para de esta manera, ‘jugar a vivir todas las historias’ que le compartieron, ser la representación de la memoria ajena”.
Imanol también encuentra en esta serie de ilustraciones un parecido a lo que mira en los instructivos:
“Así se entiende esta aproximación del arte a realidades distintas: desde la sencillez del diseño, casi un pictograma, donde los dibujos sintéticos ayudan a ilustrar no empaques sino instrucciones para una vida interior, para comprender y armar (o desarmar) mejor algo a partir de un gráfico”.
Son 16 piezas las que integran “Confinados, relatos de una pandemia” y en cada pieza hay una imagen distinta: está la de un astronauta flotando para representar la gravedad cero del confinamiento, la nueva velocidad de las cosas; el abrazo que significaron las plantas de interior; una jaula como representación de la forma en cómo se trastoca el deseo de estar en casa al convertirse en un mandato; o, entre otras, la representación de la afección a las personas o sitios, un recordatorio de que toda historia de apego es una historia de fantasmas.
“Todas enmarcadas por una casa típica, de forma básica, casi infantil, para abstraer las imágenes”, mencionó.
Las ilustraciones están “linkeadas” a los relatos reales de quienes le confiaron sus experiencias a Gustavo, historias que, aunque son evocaciones de un tiempo marcado por la pandemia, son muy hermosas.
El 2 de febrero, a las 18:30 horas, habrá una visita guiada con Gustavo Villegas, y la exposición permanecerá en Galería Libertad hasta el 12 de febrero.