Una historia de amor que comienza en 1859, en Londres, marca la trama de El violín negro, primera novela gráfica de Aurea Freniere, que luego de varios años sin encontrar editorial logró publicar su obra con el sello CONQUE, bajo la guía del creador de esta convención radicada desde hace tres años en Querétaro, Luis Gantús, quien le está apostando a nuevos proyectos.
“A mí el proceso de la novela me tomó más de dos años y tres meses, y la verdad sí fue un viacrucis la publicación, porque llegaban propuestas para su edición y se caían. La novela, sin decir mucho spoiler, es de horror gótico, habla de un bosque londinense que tiene una leyenda atada, y es la búsqueda de una mujer por un objeto mágico (un violín), y en sí, en paralelo, fue lo que yo viví con la publicación, pero finalmente está aquí”, platicó Aurea a EL UNIVERSAL Querétaro.
La obra está inspirada en la época victoriana y para su creación, Freniere se contactó con especialistas del Bethlem Museum of the Mind, para detallar en el papel la esencia de los lugares, vestimenta, costumbres y roles de la sociedad de ese tiempo.
“Me tocó investigar bastante, porque muchos de los lugares que dibujé habían sido destruidos en la Segunda Guerra Mundial, sólo había grabados o fotografías muy viejas, hay una parte en donde van a un manicomio y los manicomios victorianos son famosísimos, entonces tuve que hacer una investigación y contacté con los archivos, además historiadores tuvieron la amabilidad, sin conocerme, de contestarme preguntas sobre la sociedad victoriana, en la que había ciertos roles que se tenían que presentar en la imagen”, detalló.
Parte de esa investigación y obra que quedó fuera de la novela, servirán a Aurea para hacer otras historias, a parte de El violín negro, sobre la época victoriana, mientras la artista ya trabaja en una segunda novela gráfica.
Con un tiraje limitado a 500 libros, la primera edición de El violín negro se presentó y estuvo a la venta durante la tercera edición de la CONQUE, con buena recepción del público. A través de las redes sociales de Aurea Freniere pueden adquirir un ejemplar de esta primera novela.
¿Hay mujeres interesadas en hacer historieta o cómic? Aurea Freniere estudió letras, su idea era ser escritora y terminó en la animación, ha participado en producciones tanto mexicanas como extranjeras y en revistas de anime. En medio de San Garabato, espacio de la CONQUE dedicado a los creativos invitados, mexicanos y extranjeros, notó un mayor número de mujeres artistas, cuando ella empezó eran pocas, mientras que los tabús y críticas eran muchos.
“La mujer ha tenido un camino accidentado, mis compañeras a la mejor pueden tener otra perspectiva, yo tengo muchos años en el medio y mi manera de llegar fue otro. Hoy, si comparamos el número de hombres contra el número de mujeres, seguimos siendo menos mujeres, y yo no creo que no es porque el medio no las deje, a veces sencillamente creo que no se avientan, porque sé que hay muchas, pero cuando yo empecé éramos tres mujeres y 20 hombres, ahorita vemos que se han quitado los tabús de que las mujeres no hacen cómic o que hacemos cómic distinto, que no estamos a la altura de la calidad de los varones, porque también dicen eso, que las mujeres hacemos más manga o somos más ilustradoras, yo soy artista del cómic y trabajo en la ilustración y automáticamente me dicen ilustradora y todo eso atrae ciertos prejuicios”, platicó.
En la misma publicación de El violín negro, Luis Gantús abrió la pregunta: ¿Hay mujeres interesadas en hacer historieta o cómic? (…) Las mujeres siempre han estado presentes en la historieta mexicana y han sido parte fundamental de su historia. La historieta nacional no habría alcanzado los altos volúmenes de ventas que convirtieron a México en el principal producto de historietas del mundo, sin los argumentos de mujeres como Laura Bolaños, Elia D’Erzell, Yolanda Vargas Dulché, entre otras muchas. (…) No es gratuito que el 55% de los consumidores de historietas en nuestro país eran mujeres”.
Gantús fue el editor de El violín negro y, en este texto introductorio a la novela, comentó: “En la época moderna, en la época de la desaparición de la industria editorial y la sobrevivencia de la publicación independiente, de nueva cuenta las mujeres se convierten en cómplices y provocadoras de movimientos y alzan la voz para mostrar su talento como historietistas. Entre estas voces surge Aurea, sólida y potente con su dibujo, atinada y directa en su discurso. (…) En esta su ópera prima, da el primer paso en una carrera que promete convertirse en el parámetro sobre el cual se medirán trabajos posteriores en el área de la novela gráfica”.
Desde la primera edición de CONQUE en esta ciudad, Luis hacía hincapié en mirar el trabajo de las mujeres invitadas a la convención; en la tercera edición, que con su sello presentan la obra de Aurea, espera despertar el interés de otros editores para promover su trabajo.
“A mí me encanta el trabajo de las mujeres y tengo a Aurea detectada desde hace un par de años y vi su obra en un fanzine que hizo y le dije ¡tienes que hacer esta novela! Es maravillosa y la bronca era: ¿quién se la pública en México? La mandó a editoriales sin ninguna respuesta, es que las editoriales de libros no entienden cómo publicar esto, y le dije, la publicamos en CONQUE y después lo presentamos en otra editorial, aquí el problema es la distribución”, platicó Gantús en entrevista a EL UNIVERSAL Querétaro.
En esta edición también se presentó, con el sello de CONQUE, la novela gráfica Modotti, una mujer del Siglo XX, obra del artista español Ángel de la Calle. Además de un ejemplar de la historieta Paquín, que se obsequió de forma gratuita durante la convención.
Ante la pregunta, ¿CONQUE se está encaminando a convertirse en una editorial? Luis Gantús respondió: “Estamos tratando de generar un producto diferente, es una cuestión personal, a mí una vez alguien me dijo, si ves que nadie lo hace, si nadie está haciendo esto, lo tienes que hacer tú, y si puedo aprovechar a CONQUE para lanzar este tipo de obras lo voy a hacer, no me puedo llamar editorial porque no tengo un esquema establecido ni un proyecto, voy viendo opciones y las voy sacando y a veces me meto en camisa de once varas”.