Querétaro es una ciudad de fuentes, y una muy conocida por los queretanos y muy fotografiada para el recuerdo de los turistas es la Fuente de Neptuno, ubicada en el andador Madero, esquina con la calle de Allende. Ayer, comenzó el día con la noticia de que la escultura del mítico Dios del Mar fue derribada. Los transeúntes que pasaban por el lugar miraban con asombro a Neptuno, tirado en el fondo de su misma fuente.
Por este hecho, el Municipio de Querétaro informó que será presentada ante la Fiscalía General del Estado la denuncia correspondiente por los daños que sufrió la escultura de bronce, obra de Abraham González.
“Personal de la Secretaría de Servicios Públicos Municipales reportó desde temprano los daños que presentaba este emblemático monumento de la ciudad, al que se le brinda mantenimiento eléctrico e hidráulico tres veces por semana. Dicho reporte fue hecho de conocimiento también de la Dirección de Sitios y Monumentos de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del Gobierno del Estado; de la Delegación del Centro Histórico; y de la Consejería Jurídica del propio Municipio de Querétaro, quien será el área responsable de interponer la denuncia ante la autoridad correspondiente”, explicó el Gobierno Municipal a través de un comunicado.
La escultura de bronce derribada —que ya fue retirada para su restauración— es una obra que se realizó para sustituir a la pieza de cantera creada por el famoso arquitecto celayense Francisco Eduardo Tresguerras en 1797, obra que también sufrió un acto de vandalismo. Fue en 1987 cuando a la estatua de cantera le mutilaron la cabeza.
En una picaresca narrativa, el cronista Andrés Garrido del Toral, en su libro Sirenas Peregrinas, contó el hecho de pandillerismo.
“Me trasladaron al sitio de mi ubicación actual, en donde he sido restaurada admirablemente […], pero también mutilada la cabeza de la estatua principal [que dicen unos que es Neptuno, y otros aseguran que es un Cristo Ecce Homo], la cual fueron a tirar por el rumbo de Los Arcos unos facinerosos, pandilleros malvivientes, en la administración municipal 1985-1988, encontrándola la autoridad en una bolsa de estraza panera […] Por estos actos vandálicos, el alcalde Braulio Guerra Malo y el profe Eduardo Loarca Castillo decidieron colocar al dizque Neptuno original de cantera en el interior del llamado Palacio Municipal, sustituyéndola en mi seno una de bronce, más resistente a los mal nacidos, elaborada por el escultor Abraham González en 1988”.
A la fecha, la pieza de cantera de Tresguerras se encuentra en un costado del patio principal de la Delegación Centro Histórico de Querétaro (exPalacio Municipal), en donde se expone de manera permanente.
La crónica de Garrido del Toral cierra revelando que al Neptuno queretano también lo han vestido de “gringo jubilado en 1991, con todo y bikini y hasta una tabla de surf”.
La fuente que enaltece la imagen del mitológico Dios del Mar es un ícono para el Centro Histórico de Querétaro, y con el paso del tiempo ha sufrido varios cambios y mutilaciones.
José Guadalupe Ramírez Álvarez, en el libro Querétaro, visión de mi ciudad, detalla que la fuente original se inauguró el 13 de octubre de 1736. “Truncaba la esquina de la huerta del Convento de San Antonio, frente a la Plaza de Abajo, más hermosa que la actual hubo otra, pues la adornaba bella estatua de Neptuno en bronce, de cuya coronilla escurrían brillantes hilos de agua, a sus costados prolongaciones en cantera y rematadas artísticamente”.
La obra constaba, además del arco y tazón, de dos muros colaterales, adornados con hornacinas y jarrones de cantera.
“La pobreza acogió a los padres de San Antonio y tuvieron necesidad de vender parte de su huerta; para hacer las delimitaciones se destruyó la barda sostén de la fuente y ésta se resistió casi hasta destruirse. Los hombres de finales del siglo XVIII, queriendo conservar tan hermosa fuente, encargaron al ilustre arquitecto Eduardo Tresguerras, reconstruyera otra, lo cual hizo estrenándola en 1719”, explicó en su libro Ramírez Álvarez.
Cuando se construyó en dicho espacio un mercado, “don Francisco de Paula Meza le mandó suprimir los muros colaterales, mutilándola de su forma original […] En 1910 y con motivo de la construcción del monumento a la Corregidora, llevado a cabo por el gobernador Francisco González de Cosío, se trasladó la Fuente de Neptuno al sitio de su ubicación actual”, en la esquina del jardín de Santa Clara, entre Madero y Allende, se lee en el libro Acueducto y fuentes de Querétaro, de Manuel Septién y Septién.