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Los urban sketchers, artistas del lápiz, tinta y la acuarela, se dan cita frente al histórico Teatro de la República. Los lápices comienzan a resbalar en los papeles para trazar bloques geométricos y líneas de puntos de fuga y líneas de horizonte. Poco a poco, la geometrización va tomando forma de la estructura del que fuera primeramente llamado Gran Teatro Iturbide, para después, hacia 1922, conocerse como Teatro de la República. Ahí se estrenó el Himno Nacional Mexicano, también fue el lugar donde se enjuició a Maximiliano de Habsburgo en 1867 y el escenario de la firma de la Constitución de 1917.
Estos singulares artistas son los dibujantes urbanos o urban sketchers, quienes en el último año y medio han dibujado en directo los sitios emblemáticos de la capital queretana y de municipios conurbados, como Corregidora y El Marqués.
La cita es quincenal y está abierta a todos aquellos que no necesariamente dominan las artes para ir a documentar mediante el dibujo in situ. El grupo está compuesto por cerca de 20 dibujantes y están poniendo en marcha la certificación internacional de urban sketchers.
Con más de una década de historia
El movimiento internacional de los urban sketchers se formó desde 2007, por iniciativa del periodista ilustrado Gabriel Campanario, de origen español, quien trabaja en el Seattle Times.
Campanario creó un foro online para todos aquellos a quienes “les gusta dibujar las ciudades donde viven y visitan, desde la ventana de sus casas, desde un café, en un parque, de pie junto a una esquina... siempre in situ, no a partir de fotos o de la memoria”.
Poco a poco el movimiento se ha convertido en una convergencia internacional de talentos, con reglas específicas que dictan en un manifiesto, en el cual destacan que no necesariamente se tiene que ser un virtuoso del dibujo para acudir a documentar.
El manifiesto, que refleja la visión y los valores de aquellos que se suman al movimiento, está sintetizado en ocho puntos en los que destacan: “1. Dibujamos en el lugar, en el interior o en exterior, captando lo que vemos a partir de la observación directa; 2. Nuestros dibujos cuentan la historia de nuestro entorno, de los lugares en los que vivimos y a los que viajamos; 5. Utilizamos cualquier tipo de medio y apreciamos nuestros estilos individuales, 6. Nos apoyamos y dibujamos juntos”.
Un movimiento en Querétaro
Para el caso queretano, la iniciativa se dio a partir de la publicación de la nota “Urban sketchers dibujan la pandemia”, de 2020, publicada en EL UNIVERSAL Querétaro. Ante esta inquietud es como se convocaron los creativos en el atrio de la Santa Cruz; y no sólo por gusto y necesidad de crear, compartir, plasmar y ejercitar mediante el dibujo la documentación, sino también de crear comunidad. Al paso de los meses han recorrido panteones, mercados, calles, iglesias, museos y hasta el zoológico de Wamerú.
Durante los días álgidos de la pandemia, los dibujantes emplearon la técnica de dibujarlo al estilo, que se basa en replicar una fotografía al estilo de cada uno de los autores.
Recientemente, el pintor y urban sketcher queretano, Daniel Valencia, representó a México en el festival internacional anual Le Rendez-vous du Carnet de Voyage, en Clermont-Ferrand, Francia. Este encuentro es organizado por la asociación Il Faut Aller Voir, y trabajó en colaboración con la Red Internacional de Ciudades Michelin para la 21ª edición.
Nuevamente y poco a poco, con medidas de seguridad, los artistas han vuelto a las calles a documentar los espacios públicos y su entorno, como una documentación al estilo personal, pero muy a lo urban sketchers.
De acuerdo con los dibujantes, además de buscar la certificación internacional, alistan una exposición colectiva a inaugurarse en el segundo semestre del año.