La castellanización, aunada a la discriminación, son factores que provocaron la desaparición de las lenguas indígenas. En el marco del Día Internacional de la Lengua Materna, que se celebra cada 21 de febrero, Aurelio Núñez explica que, además de alfabetizar a los indígenas en su propia lengua, una forma de revitalizar las lenguas originarias de México es una educación intercultural, en donde se enseñe a hablar la lengua de la región (en el caso de Querétaro, el otomí), su historia y cosmovisión principalmente a los mestizos, quienes son los que más discriminan.
“El cambio tiene que ser en varios niveles, por ejemplo, en el ámbito educativo estamos proponiendo una educación intercultural; parece que hay dos modelos educativos, uno para la población indígena y otro para la población mestiza, y lo pueden ver, está la Usebeq, responsable de la educación en Querétaro, y tienen un Departamento de Educación Indígena, es algo ‘especial’ para las comunidades indígenas; pero una verdadera forma de combatir la discriminación es que las aulas sean interculturales, que se enseñen las lenguas indígenas, la historia, cosmovisión que hay en cada palabra de las lenguas, porque encierran mucho saber, la memoria biocultural, histórica, eso se tendrían que enseñar en las aulas, y no nada más a los indígenas, sino a los mestizos, porque quienes discriminan más son los mestizos”, dice Núñez, representante del Colegio Hñäñho para las Ciencias Ambientales y Sociales y presidente del comité organizador del Festival de la Lengua Arte y Cultura Otomí (FLACO) que inicia hoy.
Igualdad y respeto son parte de este proyecto educativo intercultural. “La cultura mestiza está tomando decisiones porque está arriba, tiene todo el poder y las culturas minoritarias están prácticamente sometidas a la cultura mestiza, esa situación tiene que cambiar, tiene que haber un equilibrio, una verdadera interculturalidad, en donde todos nos tendríamos que ver como lo que somos: hermanos”.
Con el fin de visibilizar, valorar, dignificar y difundir la lengua, arte, cultura, historia, cosmovisión, memoria biocultural y saberes de los pueblos originarios de México y en particular de la nación otomí, nació el FLACO en 2013, como parte del programa de “Rescate y Revitalización de la lengua Otomí de Querétaro”, coordinado por el lingüista Ewald Hekking, quien comenzó una labor de rescate de la lengua otomí, hace 40 años. Y el festival se hermana con el Día Internacional de la Lengua Materna que es cada 21 de febrero, promulgado por la Unesco el 17 de noviembre de 1999, para crear conciencia entre la población sobre la importancia de las lenguas maternas.
Durante la presentación del FLACO, Aurelio dijo que es “importante retomar esta fecha porque muchas lenguas están en proceso de extinción, muchas lenguas se están muriendo. Aquí, en Querétaro, antes se hablaba el pame y el chichimeca y ahora la única lengua viva que queda es el otomí”.
En la comunidad otomí de Querétaro hay muchas historias de discriminación; aunque esto no es propio de México, todos los pueblos indígenas han padecido lo mismo, y para evitar que las futuras generaciones no vivieran el rechazo, optaron por no enseñar la lengua materna.
“Hay muchas cosas que tenemos en común los pueblos hermanos de América, incluyendo Bolivia que es el país invitado del FLACO 2022, y eso común es la discriminación, lo que ha ocasionado la muerte de las lenguas. A pesar de que son culturas diferentes padecen la misma discriminación, en diferentes expresiones, y eso hace que las lenguas se estén perdiendo”.
El encuentro inicia hoy, a las 10:00 en la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Querétaro, con un ritual de agradecimiento ñähñu. Puebla y Bolivia serán los invitados de honor de esta edición.
Los eventos presenciales tendrán aforo reducido y los eventos virtuales se transmitirán por la página oficial de Facebook del FLACO, en donde también está disponible el programa de todas las actividades.