A los 10 años, Fernanda asistió a una función del Circo Teatro y quedó maravillada, tanto que por varios años regresó a su carpa. Por un tiempo se distanció, pero el destino la hizo volver a reencontrarse con la agrupación, se volvió parte de la familia circense y ahora es ella quien documenta su historia, incluso en medio de esta pandemia que los ha puesto a andar en la cuerda floja por el cierre obligado de su espacio y la cancelación de espectáculos.
La idea de Fernanda G. Bizarro es crear un largometraje. Y comenzó su proyecto con El Fénix, cortometraje que se estrenará, como parte de la selección Oficial Queretana, en el Festival Internacional de Cine Documental DOQUMENTA que tendrá proyeccciones del 13 al 22 de agosto en la plataforma de FilminLatino.
La historia de Circo Teatro es la de grupo de artistas que hermanados por la pasión de su trabajo formaron no sólo una compañía, sino una familia. Por más de 15 años, con la guía de Arturo Arias Ruffo, trabajaron haciendo circo en la calle, hasta que llegó la necesidad de tener su propio espacio, así levantaron su primera carpa. A ese lugar llegó Fernanda cuando tenía 10 años de edad.
“Yo conocí (a la compañía Circo Teatro) desde que tengo 10 años, ahorita tengo 21 años. Fui un día a su primer lugar, que fue La Carpa, y me encantó tanto que iba cada semana, y tuve que dejar de ir porque empecé a crecer y mis tiempos no daban, regresé un par de veces y después me enteré de que tuvieron que cerrar y para mí fue terrible porque fue uno de los grandes representantes de mi infancia y a nivel artístico también me inspiró mucho”.
El cierre de ese espacio los llevó a reubicarse y resurgir como el Ave Fénix. Pasaron de La Carpa al Foro Experimental de Circo El Fénix. En los primeros segundos del documental, se ve con su traje de gala a Ruffo, director de la compañía Circo Teatro, platicar de los inicios de esta gran familia.
“Hicimos plaza por más de 15 años y surge la necesidad de hacer una compañía y exigirnos crecer como artistas. En la calle tienes que atraparlos, divertirlos, mantenerlos divertidos por una hora para que te puedan dar un billete o una moneda y eso es muy difícil, porque no les pedimos nada a nadie, simplemente les decimos: ¡Señores, sonrían, siéntanse a la mesa! ¡Familia, ya llegó el pollo, vamos a comer y a reír!”.
El documental comenzó a finales de 2019 y terminó en marzo de este 2020, justo antes de iniciar la pandemia, situación que afectó a la compañía.
“No la están pasando tan bien, honestamente; han podido hacer unas transmisiones en vivo de funciones. Su publicidad era callejera, fue por el lado donde más les pegó, eso y que ya no los contratan para funciones alternas, ahora están viendo cómo adaptarse al ciclo de la pandemia pero sí les ha costado mucho trabajo y no han podido recibir la cantidad de dinero en línea que esperarían, porque no es lo mismo, sobre todo porque tienen una interacción con el público, es lo que más los representa”, explica Fernanda.
El acercamiento de Fernanda con el cine documental fue de manera académica, mientras estudiaba en Arte7, pero desde niña le interesaba contar historias.
“Me di cuenta que hay historias reales que valen la pena contarse”, dice. Y una historia que vale la pena es la de Circo Teatro.
Así que la joven continúa documentando el trabajo de la compañía, ahora con las funciones que presentan en transmisiones en vivo, a través de sus redes, durante este periodo. La idea de la cineasta es hacer un largometraje de esta agrupación queretana que se ha convertido en un referente del arte circense en la ciudad y captar justo el momento en que vuelven a renacer, como el Ave Fénix.