Vida Q

“El Covid-19 me llevó a replantear mi vida”

El pianista Vladimir Curiel habla de su experiencia con el virus y destaca que la mejor prevención es llevar una vida saludable

Foto: Archivo
22/03/2021 |03:14Rocío G. Benítez |
Rocío G. Benítez
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Fueron sólo unos minutos de charla con una persona que tenía un malestar de garganta. Días después Vladimir comenzó a sentir cansancio, aunque no tomó atención a lo que su cuerpo le avisaba, porque era un cansancio similar al que experimenta con la acumulación de trabajo. Luego notó algo extraño en la visión, su cuerpo ya no estaba oxigenando de manera adecuada.

A dos meses de aquel momento, el pianista Vladimir Curiel platica con EL UNIVERSAL Querétaro su experiencia con el Covid-19, con la esperanza de que la gente tome consciencia de los cuidados que debemos tener todos ante esta pandemia, haciendo hincapié que la mejor prevención, además del uso del cubreboca y el distanciamiento social, es una vida saludable, buena alimentación, dormir bien y hacer ejercicio, hábitos que él mismo había descuidado.

En caso de detectar síntomas, recomienda acudir de inmediato al médico, seguir al pie de la letra las indicaciones, mantener reposo y lo más importante, algo de lo que poco se habla, es atender la salud mental, porque ante el diagnóstico y el aislamiento que vive una persona positiva a Covid-19, llega la depresión, ansiedad y los ataques de pánico.

Saber cómo actuar en caso de contagio, es primordial. Vivir en pandemia, Vladimir lo compara con radicar en una zona de temblores.

“La gente que vive en una ciudad donde tiembla ya sabe qué hacer. Pero el hecho de que no estemos conscientes de qué es el coronavirus, cómo se siente y una vez que te da qué tienes que hacer, a quién llamar, es un problema. La gente no está preparada en caso de contagio y debe saber, estar informado, por ejemplo, si no tienes dinero a dónde debes ir, en dónde puedes conseguir un concentrador de oxígeno. Si te contagias inmediatamente debes reaccionar, porque esos primeros cinco días en que la gente se tarda en reaccionar, como yo lo hice también, son muy importantes para salvar la vida. Debe haber una planeación también económica, porque el gasto es fuerte”, destaca.

“El cuerpo es mi instrumento”

En 2018, en una entrevista también con EL UNIVERSAL, Vladimir comentó: “Todos los músicos usamos nuestro instrumento para validarnos, validar nuestra existencia, y yo creo que no va por ahí. Eso fue lo que me llevó a preguntarme: ¿por qué tengo que dar 20 conciertos al año? Cosa que además en México es casi imposible. Entonces empecé a escoger mis batallas más sabiamente”.

El coronavirus no es una batalla que Vladimir eligió. “Pero tampoco me voy a hacer la víctima”, afirma. “A mí me agarró el Covid con el hígado graso, colesterol y glucosa al cielo. Me dijeron que estuve frente a la muerte todo el tiempo, que gente por mucho menos se muere”.

“Esto me llevó a replantear mi vida”, expresa. Lo más difícil de esta batalla, “fue aprender a estar, convivir conmigo mismo todo el día. Estuve conmigo mismo mes y medio, solo, encerrado en un cuarto, sin ver a nadie prácticamente, mi hermano, con todos los cuidados, iba diario a llevarme la comida, pero no entraba a mi cuarto, nos comunicamos por teléfono. Fue convivir sólo con Vladimir, pero un Vladimir que por sus acciones, su falta de establecer prioridades y límites, lo llevaron a esta situación. Hubo días que me culpé, días en que me reclamé, y después empecé a perdonarme y aceptarme”.

Ahora trabaja en su rehabilitación física y pulmonar, lleva una dieta libre de azúcar, grasas, y sin dejar de atender sus clases en línea, respeta sus tiempos para descansar. Hoy enlista sus prioridades por orden de importancia: salud, familia, trabajo (piano).

En sus redes compartió un video en donde se le ve tocando el piano, luego de estar varias semanas en cama. Durante los días en que la enfermedad agudizó, la idea de la muerte estuvo presente, al igual que la idea de sobrevivir y no volver a tocar el piano. Pero nunca tuvo dudas. Y reafirma que no necesita de un instrumento para validarse. El instrumento que mejor debe cuidar es su propio cuerpo.

“Si toco o no, si quedo bien o mal de mi cerebro y mis manos, no me importa, yo sólo quiero vivir. Y si ya no puedo tocar más el piano, o si me dicen: vas a vivir sólo tantos años, voy a sacarle jugo a la situación. Finalmente no estoy salvando vidas al tocar un instrumento, estoy aportando, como músicos estamos aportando nuestro grano de arroz a toda una ecuación universal, los artistas, los músicos tenemos una labor importantísima, pero no es la vida, no es el mundo, no estamos cambiando nada como el poder que tiene la vida”.

Y ahora ve la música desde otra perspectiva, una en “que todo tiene su lugar y su importancia, en su momento y nivel, y cuando logras establecer eso las cosas fluyen en armonía”.

En su proceso de rehabilitación también destaca la importancia de acudir con especialistas y no arriesgarse consultando videos en la red. El tratarse con médicos especializados, afirma, debe verse como una inversión y no como un gasto.