Franco Genel, vocalista de The Guadaloops dio detalles del setlist que compartirá la banda a su llegada al camioncito de La Glotonería, donde tocarán temas de su nueva producción, además habló del proceso que los llevó a la creación de este disco y de cómo un rancho ubicado en Amealco, se convirtió en parte indispensable para inspirarse y concluir la que conforma la historia de este nuevo lanzamiento.
El 20 de julio presentamos nuestro nuevo álbum en el Lunario de la Ciudad de México y desde entonces hemos visitado destinos como Monterrey, Mérida y Cancún, entre otros, y ahora que regresamos a Querétaro compartiremos este álbum, “La viuda”, con nuestro público queretano, además del resto de nuestro repertorio.
En la parte musical es algo muy diferente a lo que habíamos hecho anteriormente, trabajamos con los otros dos integrantes del grupo —Samuel Mendoza y Berni Pérez—, está grabado a modo de ensamble con batería, piano y guitarra, e independientemente de esto, a nivel de contenido se escucha como una obra literaria y esto se justifica narrativamente porque no se repite ningún elemento, es una historia que se cuenta a la largo de seis piezas con una duración total de 20 minutos, pero sí hay que ponerle atención para entender la historia.
Es una historia de amor en la que participan dos personajes, uno es Narciso, como se titula la primera canción y Cornelia, que es su contraparte, y así mismo se llama el tema final. Cada canción es un capítulo de esta búsqueda emocional por la que pasa el personaje.
En realidad siempre hemos tenido una vena de curiosidad, aunada a la búsqueda sonora y contextual, es por eso que las cosas van cayendo en su lugar por la circunstancia, por ejemplo, el título de “La viuda” surgió porque las piezas fueron grabados en un estudio ubicado en La Viuda, Texas, quizás no tiene nada que ver, pero cumplía con el requisito de generar expectativa. Luego, Fermín, el otro vocalista, propuso jugar con la idea de hacer cuentos cortos, y de ahí surgieron los capítulos, pero la intención es que cada canción funcione sin que tenga que explicarse.
Sí, todos estuvimos involucrados, algunas piezas surgieron desde el ensayo cuando improvisábamos y armamos ideas para la base musical, luego nos fuimos a un rancho en Amealco donde agregamos los elementos electrónicos, y ya esbozadas las partes melódicas, finalmente amarramos la historia con los raps.
Fue más que nada una necesidad creativa porque aún no teníamos todo definido y ahí —en un rancho sin distracciones—, encontramos el lugar perfecto para tener espacio, tiempo y sosiego.
Siempre hemos estado como “a un lado” de todo; para los rockeros somos muy raperos y viceversa, y hemos aprovechado eso para presentarnos como una banda de fusión, junto a diversos formatos.
Somos de esos proyectos que se ha podido dar a conocer gracias al Internet, todo es online.
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