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POR: POLLO ROCK
@pollorockmusica
Alejandro Calderón, líder y vocalista de la banda SHIMDRA, es un hombre que vive la música con pasión, misma que comenzó en su niñez y que ha marcado todo su recorrido artístico. Su historia no es solo la de un músico que persigue el éxito, sino la de un hombre que encontró en la música un refugio, una forma de expresarse y, finalmente, un camino hacia el futuro.
Desde pequeño, la música fue una constante en su vida, aunque la vida le presentara obstáculos en el camino. “Recuerdo que desde la primaria me sentía atraído por la música, pero pasaron situaciones que me bloquearon esos recuerdos”, menciona Calderón. A pesar de las dificultades, la música siempre estuvo presente, incluso cuando se alejó de ella para seguir el camino del futbol, un deporte que le atrajo pero que nunca lo hizo sentir completamente feliz.
El giro en su vida ocurrió con la muerte de su abuelo, Tata, quien le dejó una guitarra acústica. Aunque su sueño original era ser baterista, la guitarra se convirtió en su nueva herramienta de expresión. “Con esa guitarra viejita empecé a tocar y fue ahí cuando realmente entendí que la música podía ser más que un pasatiempo”, explica. Fue entonces cuando la banda de sus amigos, Pablo y Fabián, comenzó a influir en su vida. A los 16 años, Calderón empezó a ver la música como una posible carrera y SHIMDRA empezó a tomar forma.
Influjo del rock y la música en español
Las influencias musicales que moldearon el estilo de SHIMDRA son variadas, pero Calderón destaca el impacto del rock, tanto internacional como en español. Su infancia estuvo marcada por los sonidos de Pink Floyd y Alice in Chains, mientras que en su adolescencia, grupos como Caifanes, Café Tacvba y Aterciopelados dejaron huella en su forma de entender la música. “Mi primer amor fue el rock en inglés, pero al crecer me fui encontrando con el rock en español, y fue ahí cuando realmente descubrí mi identidad musical”, dice con nostalgia.
Como líder de SHIMDRA, Calderón enfrenta los retos de mantener la cohesión dentro del grupo. Si bien al principio el liderazgo le resultaba un peso, con los años ha aprendido a gestionar las relaciones con sus compañeros. “La comunicación abierta es clave. Siempre intento ser claro y directo, porque es esencial que todos estemos en la misma página para que la banda siga adelante”, señala.
Una de las decisiones más importantes que tomó fue la de seguir adelante como un dúo, acompañado por Estefanía y Juan Ra. A pesar de los desafíos, Calderón asegura que están en el camino correcto: “Cuando alguien se une al proyecto, es vital dejar en claro las reglas del juego para evitar malentendidos. Al final, todo lo que decidimos lo hacemos pensando en el bien de SHIMDRA, porque la banda es más grande que nosotros mismos”.
Proyectos futuros
El futuro de Calderón está lleno de proyectos. Además de seguir con SHIMDRA, tiene en mente explorar nuevas facetas como productor y comunicador. “Me encantaría tener un podcast donde pueda hablar sobre temas que me apasionan. También quiero seguir produciendo y colaborando con otros artistas”, revela. Sin embargo, la prioridad sigue siendo SHIMDRA, y con su segundo álbum en el horizonte, Calderón está seguro de que la banda está lista para dar un gran paso.
El sueño de Calderón sigue siendo vivir en México y hacer de la música su carrera a tiempo completo. “Vivir de la música es mi mayor anhelo. Mi sueño es seguir creciendo, explorar nuevos horizontes y, con el tiempo, producir ese tercer álbum que tanto he soñado”, concluye.