“Imagina que estás en una ciudad, donde los muros son tan altos, las escaleras tan empinadas y las puertas tan estrechas que es imposible acceder”, con estas palabras, que revelan situaciones reales que viven las personas con discapacidad, inicia el cortometraje Independientes, producción de Fedora y dirección de Lucía Cavalchini, con la voz de jóvenes de San Juan del Río, Querétaro, de la asociación civil Armonía e Inclusión.
Independientes participó en el primer Festival de Cortos Animados de Discapacidad, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, para abordar cómo será el mundo para las personas con discapacidad después del Covid-19.
Fueron invitados a sumarse al encuentro cuatro estudios de Latinoamérica, originarios de Venezuela, Argentina, Colombia y de México participó Fedora Producciones, a quien le tocó realizar su cortometraje con los temas que aborda el artículo 19 de la Convención de las Naciones Unidas sobre Personas con Discapacidades.
“Este artículo que se llama Vida Independiente tiene que ver con la posibilidad de las personas con discapacidad de tener el derecho a elegir la vida que desean, la posibilidad de elegir dónde vivir, qué comer, dónde viajar, como hacemos todas las personas. Lo que teníamos que subrayar era eso: tener una vida libre y plena, independiente. Además hablar de las ciudades, cómo se transforma la arquitectura de la ciudad para que las personas con discapacidad puedan vivir de forma libre”, expresa Lucía Cavalchini.
La voz en off va enumerando las carencias que existen, los límites a los que se enfrentan, y en la segunda parte del cortometraje se habla de las necesidades, todo lo que requieren para vivir adecuadamente.
“En el corto, las voces hacen énfasis en la idea de un mundo no incluyente, opresivo y claustrofóbico, en donde una persona con discapacidad se encuentra sin poder moverse libremente, esa es la primera parte y es más oscura. En la segunda parte imaginamos un mundo incluyente, en donde el corte cambia de técnica de animación, se vuelve más colorido más abierto, más severo y habla de cómo sería un mundo más justo para las personas con discapacidad, después de transformar la ciudad, es un corto que tiene que ser muy claro, habla de ciudades incluyentes, asistentes personajes, lenguaje de señas, una serie de transformaciones para que la persona con discapacidad pueda vivir como las demás personas”, detalla la directora de Independientes.
¿Cómo realizar un cortometraje sobre temas de discapacidad? Lucía explica que fue difícil, un reto, pero lo principal es tener la idea clara de lo que se va a transmitir.
“El juego que hicimos, era identificarnos como si nosotros tuviéramos discapacidad, intentar entrar en el cuerpo, cabeza, corazón de una persona que no tiene la misma relación con el mundo que tenemos los demás. Y la animación se presta muy bien para la imagen con causa social o el activismo traducido en imágenes, el cine en general, pero la animación puede ser más tajante en el mismo sentido, pero sí, sí nos costó”.
Lucía habla de la importancia de abordar temas como la discapacidad en el séptimo arte, pero también refiere la necesidad de que las mismas personas con discapacidad utilicen medios como la cinematografía para hacerse más presentes, no sólo prestando su voz o su dando su testimonio, sino haciendo cine.
Con Armonía e Inclusión ya había trabajado Lucía, a través del proyecto musical que promueve esta asociación civil que tiene como sede San Juan del Río, y que es guiada por el músico y docente en arte, Otokani Álvarez. Y en la espera de poder colaborar juntos nuevamente en un siguiente proyecto, invitan al público a ver Independientes, produccción que está disponible en la página oficial de Facebook del Banco Interamericano de Desarrollo, en el primer Festival de Cortos Animados de Discapacidad.