El actor, dramaturgo y director de teatro, Ernesto Galán, inicia hoy un taller experimental de sensibilización artística con infancias trabajadoras del tianguis de la colonia Flores Magón de Querétaro, en donde parece que no pasa nada, más que la venta de productos y comida, pero hay todo un universo y muchas historias por contar, dice Galán.
Desde octubre del año pasado adaptaron una bodega como sala de lectura para recibir a los hijos de los comerciantes del tianguis y ahora, con el apoyo del Programa Cultural 2022 en municipios y zonas de atención prioritarias en el país, de Alas y Raíces, impartirán el taller de sensibilización artística que forma parte del proyecto El tianguis, un espacio para el juego teatral y mis historias.
Las niños y niñas que vienen de generaciones dedicadas al comercio han crecido entre los puestos, conviven con los otros menores que también llegan al tianguis y, de tanto escuchar a sus padres, conocen muy bien las frases que tienen que decir, para que la gente se acerque al puesto a comprar: “Pásele, ¿qué se le ofrece?”, “¡Puede verlo, sin compromiso!”, todo eso ya es parte de su historia, y desde ahí comenzará su proceso de sensibilización artística.
Un público exigente
No es la primera vez que Ernesto Galán trabaja con niños, ha impartido clases y ha actuado para los infantes, el público más exigente.
“Es muy divertido, a mí me gusta mucho trabajar con los niños, porque son entes muy especiales, muy creativos y muy inteligentes, muy sensitivos y, en especial, esta población que tiene que ver con estos niños que vienen con sus papás que trabajan en los tianguis, porque tienen toda una historia. No buscamos desarrollar una obra al final, sino buscamos experiencias significativas para ellos, que signifiquen algo importante en sus vidas, en sus relaciones. Lo importante es ir construyendo estas memorias de su propia vida”, explica.
Además, para el actor, director y dramaturgo, no es ajeno lo que plantea de los hijos de comerciantes, porque él mismo creció entre los puestos del tianguis.
“Sí tiene que ver con la historia personal, de hecho el nombre de la compañía La Miscelánea Teatro tiene que ver con eso, mis papás siempre tuvieron misceláneas, mi abuelo tuvo su miscelánea y yo tengo una miscelánea también, pero de teatro, y en el caso del tianguis, mis papás eran tianguistas, yo iba al tianguis de Chichimequillas con mis papás, sé lo que es dormir abajo del puesto, entre las cajas, entre las bolsas, con un tapete que te acomodan, sé qué es desayunar con los del tianguis, es convivir con la gente del tianguis y sé cuál es su cosmos y universo, porque a mí me tocó vivirlo. A partir de ahí creo que comenzó esta relación”, comparte.
El taller se impartirá desde hoy y hasta el sábado 2 de julio. Los días martes trabajarán con los niños del tianguis vespertino. Y habrá sesiones los sábados, con los pequeños que asisten al tianguis matutino.
Al final, se planea mostrar una memoria gráfica con las actividades hechas en el taller, para que los mismos tianguistas, y la gente que va a comprar o comer, puedan conocer esas historias y capacidades artísticas de los participantes.