Base Lunar es un colectivo creado originalmente por Luis Gerardo y Mareano Ruiz Rosillo, dos hermanos que encontraron en el arte la forma de comunicarse. Originarios de Querétaro, dejaron la ciudad y tomaron caminos distintos. Luis Gerardo se fue a Saltillo y Mareano llegó a Oaxaca. Después decidieron viajar juntos, visitaron San Luis Potosí, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Oaxaca, Guatemala, Belice, Uruguay, Bolivia, Argentina. Y cada que llegaban a un lugar había algo por aprender de la gente y sus costumbres. Así comenzó el concepto del colectivo Base Lunar: viajar, aprender, crear. Y ante tanto viaje, hicieron de Querétaro la base central de su colectivo.
Con el tiempo se han sumado más artistas y han añadido más experiencias. Hoy Base Lunar presenta, en el Museo de Arte Contemporáneo Querétaro (MACQ), el trabajo realizado durante los últimos 11 años de trayectoria.
Su obra se congrega en Laboratorio Místico: rostros para navegar mundos, una exposición que integra instalaciones, videoarte y 40 máscaras.
Las máscaras se han convertido en el distinto del colectivo; las piezas que comparten en la muestra se han creado de manera individual y colectiva, en Querétaro y en sus múltiples viajes, hechas con diferentes materiales y mucha imaginación.
“Todas las culturas, desde la antigüedad, hasta nuestros días, han fabricado máscaras. Aunque la finalidad pueda ser ceremonial, mortuoria, dramatúrgica, artística, didáctica, de acuerdo a su cultura, una manera mágica que abre posibilidades a la invención de personajes”, se lee en el texto de sala de la exhibición.
Como espacio de expresión artística, Base Lunar ha abrazado la creación de máscaras en diferentes técnicas plásticas, resinas, metales y principalmente papel; y a través de dichas piezas, los creadores han evocado la mística mexicana.
Mareano Ruiz Rosillo es egresado de la carrera de Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), especialista en escultura, y su obra ha destacado dentro y fuera del colectivo.
A la fecha, Base Lunar está conformado por artistas plásticos y digitales, y se definen como un taller creativo antropovisual que lleva su producción artística a muestras, intervenciones, espacios públicos y privados, talleres y actividades educativas, con la investigación de artistas basada en tres ejes disciplinares: las artes plásticas; las artes digitales y la antropología.
El colectivo ha sumado las propuestas y proyectos colectivos, tanto en Querétaro como en otras ciudades de México y Colombia, Uruguay, Guatemala, Estados Unidos, España, Francia, Dubai e Indonesia.
Su propuesta conceptual se centra en inventar nuevos escenarios a partir del arte, seres y ambientes y mundos imaginarios. Su trabajo está inspirado en la música, rituales, danza, los viajes y la vida. Trabajan murales, máscaras, serigrafía, escultura, grabado, fotografía, litografía y hasta títeres.
En otros espacios han presentado muestras como Trotamoondos, nombre que obedece al juego de palabras: “trotar”, en referencia a sus múltiples viajes, y la palabra “moon” que es luna, en inglés, revelándose desde entonces como adoradores de esa mística que guarda: la Luna.
Además de los proyectos Etnografías Lunares, proyecto fotográfico de oficios populares, como zapatero y camotero, que están en vías de extinción; y Marcatiempos, serigrafías en pequeño formato, basado en siete series con los títulos: Perros locos, Bésame mucho, Máquina del tiempo, Retratos, Objetos simples, Mujeres en caja, Paseos a la Luna.
Las mujeres de Base Lunar también han destacado con su obra, participando en el proyecto M100; en una de sus obras —expuesta en la galería perimetral de la Alameda— le rindieron homenaje a la académica, política y activista Marcela Lagarde, máximo referente del feminismo en Latinoamérica.
Laboratorio Místico: rostros para navegar mundos estará en el Museo de Arte Contemporáneo Querétaro hasta el 10 de noviembre próximo.