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En noviembre de 1999, Erik de Luna sacó a pasear por Querétaro a su primera Catrina; 20 años después, el actor confiesa que desde sus primeras representaciones ya le traía ganas a una Catrina en especial, la que pintó Diego Rivera en el mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, y para celebrar su XX aniversario con este singular personaje, Erik comenzó a trabajar desde febrero un espectáculo inspirado en dicho mural, que estrenará el próximo 10 de octubre en los Cómicos de la Legua, agrupación que sigue festejando sus 60 años.
El primer acto del espectáculo será un monólogo de la Catrina con su vestido de plumas, quien hablará de cómo se monta un altar, los elementos que lleva y su significado, y mientras cuenta con detalle el proceso recordará a los actores fallecidos de Cómicos de la Legua, destacando el nombre del fundador de la agrupación, Hugo Gutiérrez Vega.
Con la participación de 20 actores en escena y de fondo la música de un organillo para evocar la época del Porfiriato y la Revolución, Erik, con una majestuosa Catrina, saldrá a escena con algunos los personajes del famoso mural de Diego, y como sacados de aquel sueño pictórico platicarán al público sobre divertidos pasajes de la historia.
Esos personajes son: Sor Juan Inés de la Cruz, la Emperatriz Carlota y Maximiliano de Habsburgo, Benito Juárez, Porfirio Díaz, Emiliano Zapata, Digo Rivera y Diego Rivera niño, así como el organillero, globero, los vendedores y la gente del pueblo.
“A Diego Rivera tengo que hacerle una reverencia, porque si nada más ese fuera su mural, sería nivel Dios (…) Para mí es un reto tratar de hacer algo parecido el mural con personas, (…) además, vestir a 22 actores es impresionante, porque aparte soy detallista. La Catrina yo ya me la debía, tardé 20 años en hacer esta Catrina de Diego Rivera, que es la que realmente se llama: Catrina. Yo empecé primero con la Catrina negra, la Monarca, la Monja Coronada, yo hice todo lo que yo quería, pero ya me debía a mí mismo esa Catrina”, platicó Erik.
Con estos 20 años, dedicados a la investigación de la muerte y recreación de la Catrina, Erik dice que aún hay mucho por descubrir. Para su show, ya tenía una documentación del mural de Rivera, pero nunca lo había dado a conocer, hasta hace unos días.
“El mural ya me lo sabía en libros, en la teoría lo sabía todo, había visto los fotos en donde está él con los bocetos en blanco y negro, hay unas fotos en donde está con Rina Lazo, porque el mural, si bien es de Diego Rivera tenía cuatro ayudantes, uno de ellos es Rina que dicen era su amante también, en la obra de Frida ya habíamos hablado de eso. Y ver el mural físicamente para mí fue una gran sorpresa, ver la magnitud de una obra de arte tan imponente como esa, te impacta, está hermoso, y recordar anécdotas como que la dicen, que querían destruirlo porque tenía la frase ‘Dios no existe’, y luego que sobrevivió el mural al terremoto, todo eso tiene algo tan mágico y es parte de lo que quiero compartir”, dijo en entrevista a EL UNIVERSAL Querétaro.
El estreno de este montaje será el 10 de octubre, tendrán funciones tres fines de semana de octubre y tres fines de semana de noviembre, a excepción de los días dedicados al festejo de Día de Muertos, fechas en la que Erik presentará a la Catrina Potosina en el Parque de Xcaret, dentro del Festival de Tradiciones de Vida y Muerte 2019.
Los boletos para el show están a la venta en las oficinas de Cómicos de la Legua (calle Guillermo Prieto #3), de 11:00 a 17:00 horas; y en taquilla los días de función. La entrada los jueves tiene un costo de 200 pesos general. Los viernes y sábado cuesta: patio 300 pesos, gradas 200 pesos y gayola 100 pesos.
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Más sobre la famosa obra
- Diego Rivera creó el mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central en 1947.
- En la obra, con dimensiones de 4.75 por 15.67 metros, aparecen personajes como Hernán Cortés, Antonio López de Santa Anna, Benito Juárez, Porfirio Díaz, entre otros.
- En la parte central se observa a Rivera a la edad de nueve años, Frida Khalo, José Guadalupe Posada y a la famosa Catrina.
- El mural fue trasladado del Hotel del Prado, que quedó prácticamente destruido tras el terremoto de 1985, y permanece en el Museo Mural Diego Rivera, en la CDMX.