La Escuela de Laudería del Instituto Nacional de Bellas Artes, ubicada en nuestra hermosa ciudad de Querétaro, celebró el pasado jueves su aniversario número 31, con un concierto de lujo a cargo del Cuarteto de Cuerdas “Carlos Chávez”.
En lo personal, siendo violista y violinista que lleva años dedicándose a eso, tengo que reconocer el enorme valor de una escuela de este tipo. Un laudero, palabra traducida del francés luthier –que aún no se reconoce por la Real Academia Española–, es una persona que fabrica o repara instrumentos musicales.
La laudería es tradicionalmente un oficio que se enseña en talleres, pero que es bastante complicado, requiere de muchos conocimientos y una destreza especial para hacerlo de forma adecuada. Lo que inició como un curso impartido en la CDMX, dentro del Conservatorio Nacional de Música, por un laudero de reconocimiento internacional, el maestro Luthfi Becker Anz, fue el inicio de esa escuela que da la posibilidad de aprender este oficio –que también podría considerarse un arte–, obteniendo una licenciatura. Los primeros cinco años, la escuela se encontraba allá, en la capital del país, para luego instalarse definitivamente aquí en Querétaro.
MÚSICA PARA CELEBRAR
¡Vaya que eligieron una muy buena forma de celebrar! ¿Qué puedo decir? Yo soy músico y considero que cualquier género musical es valioso. Pero para mí la mejor música de toda la que existe es, de manera categórica, la que han escrito los grandes compositores para cuarteto de cuerdas. ¡Lo mejor de lo mejor! Y en el aniversario de la Escuela de Laudería escuchamos a uno de los cuartetos más importantes de nuestro país. Su prestigio es indiscutible y lo digo con orgullo ya que tres de sus integrantes son mis amigos desede hace muchos años.
La historia de este cuarteto es muy interesante. En un principio llevaban el nombre de “Ruso-Americano”, porque estaba integrado por tres rusos y un estadounidense que fue quien lo fundó. Actualmente lo conforman tres mexicanos y un español. El nombre de “Carlos Chávez” sustituyó al original por los cambios que se fueron dando dentro de la agrupación. Un acontecimiento muy trágico y lamentable se dio hace unos cuantos meses, en este mismo año, cuando su fundador, Alain Durbecq, murió a consecuencia de un accidente de tránsito.
Ahora sus integrantes son Fabián López y Omar Guevara en los violines, Yuri Inti Bullón en la viola e Irene Adriana Carrasco en el violoncello. Si alguien encuentra algún parecido del apellido de la cellista, con el del actual director de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro, les aclaro que, en efecto, son hermanos.
Hay que decir que una muestra del producto de la escuela estuvo presente. La viola que mi buen amigo Inti utilizó en el concierto fue hecha por un alumno que está a punto de titularse: Erick Rosales. Todos pudimos escuchar la calidad de su poderoso sonido que empastaba perfectamente con el resto de los instrumentos.
UNA COMPOSITORA LLAMADA GUADALUPE OLMEDO
Estoy seguro de que para todo el público asistente, el banquete musical ofrecido por la escuela cumpleañera, fue tan delicioso como para mí, porque además la selección de obras que integraron el programa fue excelente. La primera fue la bellísima “Canción del Torero” del compositor español Joaquín Turina.
Enseguida tocaron lo que para mí fue la revelación de la noche y es algo de lo que aún no logro salir del asombro, porque muy probablemente se trate del primer cuarteto de cuerdas escrito por un mexicano. Pero lo interesante empieza al saber que se trata de una compositora llamada Guadalupe Olmedo, de la que sólo es posible conocer dos de sus obras, a la fecha; el cuarteto antes mencionado y una obertura para orquesta sinfónica.
Al terminar el concierto y platicando con los integrantes del cuarteto, me enteré de otras curiosidades, como el hecho de que Guadalupe Olmedo fue esposa de otro compositor mexicano –no tan conocido pero sí muy importante –, que fue autor de varias óperas, algunas de las cuales fueron estrenadas en Europa, en recintos de gran reconocimiento como el teatro La Scala de Milán. Estamos hablando de Melesio Morales. Es necesario decir que el cuarteto de Guadalupe Olmedo, no sólo es interesante por su historia, la obra en sí misma es maravillosa.
La siguiente de la noche fue una pieza escrita por un amigo del primer violín del cuarteto y dedicada a ellos mismos. Según comentaron, el compositor es un apasionado de la astronomía y lo que le inspiró a crear esa obra fue el aviso, a nivel mundial, de que Plutón no podía considerarse un planeta. Fue escrita en el año 2014. Ya no pude aclarar si el compositor está al tanto de que los señores astrónomos ya decidieron que Plutón siempre sí puede considerarse un planeta y finalmente en ese estatus se encuentra hoy en día. El amigo amante de la astronomía es un extraordinario compositor, su pieza es hermosa y divertida.
Todos sabemos que Beethoven es el mas grande o uno de los más destacados compositores de todos los tiempos, pero sus obras más conocidas son “Para Elisa” y sus nueve sinfonías, en particular la poderosa y apasionada quinta o la monumental y optimista novena. Aquí es necesario decir que algunas de las joyas más valiosas de su producción las encontramos en su música de cámara, principalmente en sus sonatas para piano y sus cuartetos de cuerda. Todos los 14 cuartetos de Beethoven son maravillosos, pero si todavía se tuviera que seleccionar a los tres mejores, sin duda uno tendría que ser el no. 4 op. 18 en do menor, obra con la que el Cuarteto “Carlos Chávez” cerró magistralmente tan engalanado festejo.
Es necesario hacer un reconocimiento al maestro Luthfi Becker Anz, por su enorme aportación a la laudería y a la música en México; a mi amigo de muchos años, Alejandro Diaz, actual director de la Escuela de Laudería; a todos los maestros y alumnos que generación tras generación hacen una institución cada vez más sólida y productiva. ¡Que vengan muchos años más!
31 aniversario fue celebrado con la comunidad administrativa, además de docente y alumnos.
¡Mucho por festejar!
· Desde 1987 la Escuela de Laudería forma a jóvenes en Licenciatura en Laudería.
· Son profesionales en la construcción y restauración de instrumentos de cuerda frotada, y es única en su género, en el continente americano.
· Además es una de las 12 escuelas de nivel superior del mundo, y que pertenece al Instituto Nacional de Bellas Artes.
· El festejo incluyó un concierto del Cuarteto Carlos Chávez, el cual interpretó piezas de Joaquín Taurina, Guadalupe Olmedo, Alejandro Rutty y Ludwig van Beethoven.