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Son muchas las causas que llevan a los pacientes a visitar al dentista, sin embargo, lo importante es tener buenos hábitos de limpieza y acudir por lo menos una vez al año para evitar los mayores enemigos de tu sonrisa: caries y gingivitis.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, la cirujano dentista, Hortencia Montiel señala que estos son los problemas más frecuentes que debe atender en su consultorio, y suelen aumentar luego de la época navideña.
“El comer y la digestión empiezan por la masticación y obviamente para que esta sea adecuada, los dientes deben estar bien, pero si por el contrario, se encuentran afectados por alguna caries pequeña —clase 1 o 2—, la comida entra. Durante estas fechas comemos muchos alimentos dulces, como ensaladas o incluso los dulces de la piñata, lo que genera una mayor probabilidad de que por las noches, los microorganismos (streptococcus mutans) no se eliminen, ya que la salivación no es constante porque nuestra lengua está pasiva, y es entonces cuando se crean campos de cultivo y las colonias de microorganismos se alojan en el diente”, explica Montiel y detalla que cada diente está conformado por esmalte, dentina y pulpa, y una vez que pasa por el esmalte y llega a la dentina, ataca a la pulpa, que es el nervio, “ese precisamente es el manjar de la bacteria”.
Sin embargo, aclara que muchas personas no asisten a atenderse por darle prioridad a otras cuestiones materiales, ya que prefieren invertir en ropa, zapatos y hasta cosméticos para lucir bien por fuera, en vez de cuidarse por dentro.
Reconoce además que otro de los obstáculos para que la gente visite al dentista es el miedo al dolor, que surge por experiencias pasadas en las que fueron lastimados, no obstante, para solucionar este conflicto lo ideal es encontrar a un especialista con el que realmente se sientan en confianza.
“Existe el mito de que la anestesia no hace efecto por el nerviosismo, pero esa es una creencia errónea, la realidad es que cada organismo es diferente y no todos metabolizan igual una sustancia determinada; hay anestesia para cada tipo de metabolismo e hipersensiblidad”. Por ello, explica que es importante que durante la consulta se reporte cualquier enfermedad como hipertensión, diabetes o padecimiento crónico degenerativo, lo que brindará la información pertinente para aplicar una anestesia adecuada para cada tipo de persona.
Otro de los problemas más comunes es la gingivitis, que surge como primer problema de la encía, es cuando esta se inflama como un medio de defensa, y no es frecuente, ya que se inflama y desinflama constantemente.
“En caso de no atenderse genera una periodontitis incipiente, que puede provocar sangrado durante el cepillado, y si se deja avanzar, entonces da lugar a una periodontitis moderada, donde el hueso no se nutre, ya en caso de llegar a una periodontitis severa, surge la movilidad del diente y se corre el riesgo de perder la pieza”.
Así mismo explica que previo a la fase severa, las personas se dan cuenta de la gravedad porque la raíz comienza a exponerse, lo que provoca sensibilidad al tomar bebidas frías o calientes, y es entonces cuando llegan a consulta, pero para salvar la pieza debe recurrirse a un especialista parodontal para un injerto de hueso, pero “si el paciente no ha tenido el cuidado de higiene, o no ha visitado a su dentista de manera regular, lo más seguro es que sea necesaria una extracción”, detalla.
Finalmente, Montiel recomienda acudir con el dentista por lo menos una vez al año y atenderse cualquier caries para en caso de existir, evitar que evolucione. Además si se presenta inflamación o sangrado, buscar un especialista de confianza.
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