En medio de la pandemia por COVID-19, cuando la consigna para cortar la cadena de contagio es “Quédate en casa”, ¿qué sucede cuando no se tiene casa? Cuando a falta de un hogar se tiene que vivir en la calle y de pronto surge la necesidad de resguardarse ante una situación inédita como la de la propagación del virus SARS CoV-2, ¿a dónde se acude por cobijo?
Éstas son algunas de las preguntas que busca responder el documental “Alcanfores sin número” realizado por la coordinación de Cinematografía de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), cuyo eje narrativo se encuentra en contar las historias, los sueños y las travesías de las personas en situación de calle que encontraron refugio durante la contingencia en el Centro de Servicios instalado en este tradicional parque queretano.
Basado en un protocolo de la Organización de las Naciones Unidas, el Centro de Servicios Alcanfores Norte surgió a iniciativa de organizaciones civiles tales como el Frente Queretano por la No Discriminación y Derecho al Estado Laico, Raíces que Inspiran, Centro de Atención Integral a Familias de Adolescentes y Jóvenes LGBT en el estado, en colaboración con el Gobierno Municipal de Querétaro, cuyo objetivo fue brindar un espacio seguro y saludable a personas en situación de calle durante el transcurso de la contingencia sanitaria.
“A veces pensamos que el cine sólo es entretenimiento, pero no, también es memoria. El cine es poner una parte de nuestra atención en algo que está sucediendo y que quedará en nuestra historia para siempre. Es muy interesante cómo el cine puede transformar, cómo a partir de sensibilizar puedes cambiar la idea que tiene alguien sobre algo en particular; visibilizar y enunciar problemáticas”, expresó el titular de Cinematografía UAQ, Rodrigo Mendoza.
En entrevista previa al estreno de “Alcanfores sin número”, que tendrá lugar este sábado a las 15:00 horas por el canal 24.1 de TvUAQ y por Facebook Live en el perfil Cinematografía UAQ, el académico resaltó la experiencia que representó para el equipo de realizadores universitarios acudir al Centro de Servicios Parque Los Alcanfores para levantar imágenes y testimoniales teniendo que cumplir con todas las medidas de bioseguridad, con la finalidad de evitar riesgos que pusieran en peligro de contagio tanto a los entrevistados como a los entrevistadores.
“Era necesario contar esta historia”, afirmó Mendoza, quien apuntó que esta pandemia hizo necesario elaborar un protocolo para la filmación del documental, lo que representó en sí mismo una nueva perspectiva.
El coordinador de Cinematografía UAQ resaltó el importante papel que la UAQ ha representado a lo largo de la contingencia sanitaria, al abordar diferentes problemáticas sociales detonadas por la pandemia.
“En estos momentos la Universidad ha sido un elemento activo en la sociedad, tanto por el esfuerzo de la Rectora y los diferentes grupos de trabajo universitarios que hacen desde la detección del virus, el desarrollo de la vacuna y las clínicas universitarias hasta la parte cultural, en donde se sitúa este documental, por ejemplo. Me parece que ahora más que nunca la UAQ está cercana a la gente y eso como universitario, como formado en la Institución y como trabajador me da mucho orgullo”, expresó.