En un mundo dominado por los robots, la única forma de salvar al planeta es eliminando a los humanos. La encomienda se ha cumplido. Pero todavía queda un sobreviviente. Fernando Pérez Valdez es el actor que interpreta a El último hombre en la tierra, en un monólogo escrito con inteligencia artificial; y el montaje se estrenará el próximo 23 de junio en Abara Teatro.
Fernando describió como “increíble” el trabajar con inteligencia artificial, incluso dice que por momentos olvidaba que estaba tratando con un robot, y sintió que dialogaba con una persona a la distancia.
El éxito que hoy en día tiene esta nueva herramienta, que años atrás las películas de ciencia ficción ya habían presentado, dice Fernando que radica en que se puede entablar casi un diálogo personal.
“Hay veces que estoy platicando con la inteligencia artificial y al final le doy las gracias y las buenas noches, porque sí te da la idea de que estás platicando con una persona. Y puedes utilizar un lenguaje coloquial y te responde, por eso creo que ha tenido tanto éxito”, explica el actor en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.
También destacó que la misma inteligencia artificial le advirtió que debía tener cuidado por la temática de la historia (robots atacando a gente), “porque a los humanos no hay que hacerles daño”.
Como escritor, Fernando afirma que la inteligencia artificial es una gran herramienta, porque ofrece de manera instantánea una gran fuente de ideas, soluciones, incluso, entre risas, expresa que tiene “mejor redacción que algunos compañeros”.
Y agrega que más que pensar en sustituir el trabajo del escritor, el uso de la inteligencia artificial puede ser “como un compañero que te ayuda. Ahora, hay que poner atención en qué es lo que te puede sustituir la máquina y qué no, para que la inteligencia artificial funcione, las instrucciones que tú le des tienen que ser muy precisas, y el saber redactar bien una orden es lo primordial, a mejores y detalladas instrucciones, será un mejor resultado”.
Otra ventaja de esta herramienta es que no habrá pleitos por los derechos de autor. Y es que Fernando no dudó en cuestionar ese tema con su inteligencia artificial.
El proyecto de El último hombre en la tierra comenzó con una pregunta: ¿Puede una inteligencia artificial escribir una obra de teatro?
“La idea de una obra de teatro escrita por un robot con inteligencia artificial basada en redes neuronales es bastante interesante y novedosa. Si bien puede parecer extraño pensar en una máquina creando algo tan artístico, como una obra de teatro, el avance de la tecnología ha permitido que estas redes neuronales sean cada vez más sofisticadas y puedan generar contenido más complejo”.
El último hombre en la tierra es la narración que hace el último sobreviviente de la raza humana. Los robots han evolucionado, el hombre creó máquinas cada vez más inteligentes hasta que los mismos robots se dieron cuenta que eran mejores que sus creadores, porque los humanos habían destruido la naturaleza y hacían guerras sin sentido, entonces lo mejor para el planeta era acabar con ellos, y los robots comenzaron una guerra y sólo quedó un sobreviviente, un hombre que trabajaba en un laboratorio y logró esconderse en una cámara criogénica. Cuando finalmente logra salir, los robots han tomado el control de la Tierra.
Ante el panorama tan desalentador que presenta su historia, la pregunta para Fernadno Pérez Valdez es: ¿Hay esperanza en el futuro?
“Qué puede hacer una persona sola frente a una persona dominada por los robots, yo creo que la esperanza es darnos cuenta a tiempo de que los robots deben ser herramientas utilizadas para nuestro beneficio, pero que debemos de ser muy conscientes de nuestras acciones, porque muchas de esas acciones están destruyendo al planeta”, responde.
La invitación que hace Fernando es atreverse a ver de lo que es capaz la inteligencia artificial y tomar conciencia de lo que nos depara el futuro.
Con la producción de Omega Multimedia, El último hombre en la tierra se estrenará este viernes, a las 20:30 horas en Abara teatro, Luis M. Vega número 7, casi esquina de Constituyentes (cuatro cuadras antes de la Alameda).
También habrá función el 30 de junio y el sábado 1 de julio, en el mismo espacio teatral.