Si hay música y algarabía es porque está la Estudiantina. Sí, la Estudiantina de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) que continúa con las tradicionales callejoneadas, convocando a queretanos y emocionando a los turistas que visitan el Centro Histórico.
Con sus clásicos temas y algunas adaptaciones de Juan Gabriel y hasta Laura León, la famosa Tesorito, la Estudiantina de la UAQ recorrió los andadores y plazas de la ciudad de Querétaro en días pasados, logrando la admiración y llevándose el aplauso del público.
La Estudiantina de la UAQ nació el 4 de octubre de 1963, bajo la iniciativa del exrector Fernando Díaz Ramírez y el apoyo de los estudiantes, entre ellos, los entusiastas Juan Servín Muñoz y Aurelio Olvera Montaño. Y desde hace más de 20 años, Ángel F. Fernández Nieto es el director de la agrupación.
En sus inicios, la agrupación se presentaba en todo evento universitario y social de la ciudad, si alguien se casaba ahí estaban para alegrar la fiesta, si se celebran unos XV años, su algarabía y buena música ambientan la celebración.
En sus seis décadas de labor ha integrado a diversas generaciones, no sólo de músicos, sino de público, que se ha unido a su tradición.
La agrupación ha recorrido el país y varias partes del mundo, en su historia destacan múltiples giras al extranjero, el encuentro con Juan Pablo II, Benedicto XVI y el Papa Francisco; además, en México se han presentado en grandes espacios como el Zócalo de la Ciudad de México.
Un referente
La Estudiantina de la UAQ tiene un arraigo muy importante para la ciudad, es un referente cultural para Querétaro al igual que los Cómicos de la Legua, la agrupación de teatro universitario más antigua de Latinoamérica, y aunque ahora es muy difícil llegar a todos los públicos, las tradicionales callejoneadas son una forma de mantener la cercanía con el público y principalmente con las nuevas generaciones.
Uno de los proyectos impulsados por la agrupación es la creación de un museo para exhibir más de 100 artículos referentes a su historia, en donde destacan medallas, reconocimientos y premios que han recibido, desde los años 60; además de cancioneros, fotografías históricas, discos LP, CD’s, capas, libros, revistas y artículos que se han escrito en publicaciones como el Heraldo de Navidad.