Además de interpretar “Something” en portugués, “Aquí allá y en todas partes” al estilo pirekua, y “Oh Darling” en cumbia andina, Fabiola García Rangel (Fagara) estrenará su versión en otomí del tema “BlackBird” en el Festival Cultural Antologías de los Beatles, mañana a las 11 de la mañana, en el Teatro de la Ciudad, acompañada de su hermano Adán García Rangel, en la guitarra.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, la cantautora y educadora musical platicó que la traducción al otomí de “Black Bird” la hizo cinco años atrás, y forma parte de una serie de ejercicios que comenzaron en Santiago Mexquititlán, Amealco, comunidad indígena a donde llegó a dar clases de música y terminó enamorada de su lengua, poesía y costumbres de la región.
“Tuve la oportunidad de trabajar en la comunidad de Santiago Mexquititlán, en el Barrio 5, en una escuela primaria que se llama Francisco I. Madero, ahí laboré durante tres años de manera consecutiva, y pude conocer al profesor Antonio De Santiago De Santiago, quien me enseñó sobre la lengua y la poesía, tradujimos muchas piezas, fue como un ejercicio de intercambio cultural. Yo llegué sin saber nada de otomí, ahora escribo, adapto, y me apoya el maestro Toño, él participó en la traducción oficial del Himno Nacional, fue por eso que me llamó mucho la atención y me empecé a juntar con él para ver qué podíamos hacer juntos”.
Entre las traducciones que realizaron destaca el famoso coro de la Novena Sinfonía de Beethoven, misma que interpretaron al unísono con niños y maestros de la escuela primaria del Barrio 5 de Santiago Mexquititlán.
“La traducción de la Novena Sinfonía de Beethoven la hicimos en conjunto, el maestro Toño y yo, porque también tenía que ser métricamente correcta. Yo tengo la facilidad de la traducción de cualquier idioma al español, abstraigo y sintetizo muy bien, pero no son textuales las traducciones, ahí es cuando me ayuda el maestro, porque en el otomí hay algunas palabras que no existen; y para mí, como músico, es muy importante que rime y cuadre, que sea rítmicamente adecuado”, respondió Fagara, al preguntarle sobre la problemáticas de traducir al otomí.
A cinco años de distancia de aquella intervención que realizó en la escuela indígena, la cantautora recuerda que los niños de la escuela no hablaban el otomí por pena y falta de interés.
“Esta escuela primaria donde trabajé es una escuela indígena, y se supone que los niños son bilingües, pero cuando nosotros llegamos ahí, nos dimos cuenta que todos hablaban español y se negaban a hablar el otomí, en aquel entonces; los abuelos sí hablaban pero era marginados por los propios niños, decían: ‘mi abuelito habla en otomí, pero qué pena’; las madres de familia hablaban todo el tiempo el español, por eso es que ellos ya no continuaban y les parecía como ajeno, entonces, platicando con los maestros, decían que en efecto los niños no son bilingües, que bien podrían serlo porque sus padres y abuelos lo hablan perfecto, pero faltaba el interés, entonces nuestra aportación que hicimos con el trabajo musical fue principalmente recuperar el orgullo por su tradiciones y lengua, hacer toda esa labor para mí fue muy significativo”.
Además de incentivar con la música el orgullo de su lengua, también trabajaron en el acercamiento a los ritmos tradicionales de su región.
“Les preguntábamos a los niños, ‘¿ustedes qué escuchan?’, porque se tenía que hacer un trabajo creativo con niños, y ellos tenían que poner de lo que han escuchado y vivido musicalmente, y pues de los narco corridos y la cumbia andina no salían, entonces nos dedicamos a mostrarle sus ritmos regionales y se sorprendieron mucho con el huapango, les gustó mucho, y así fue como se empezaron a interesar y recuperar la parte musical, eso les hizo voltear a conocer su acervo”, agregó.
De esta experiencia, además del estreno en otomí de “Black Bird”, está pendiente la grabación de un disco de música infantil con temas en otomí, composiciones originales de Fabiola García Rangel, con temas y letras propios para los niños.
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Más de Fabiola
Es queretana, tiene más de 20 años de trayectoria; ha incursionado en géneros como el rock, trova, jazz y música mexicana y formó parte de Luna y Agua; es docente de la UAQ y cursa el doctorado en Santiago de Compostela. Se ha presentado en Republica Checa, España, Portugal y EEUU.