El reconocido crítico y filósofo de fotografía Joan Fontcuberta virtió la inteligente ponencia “Entre imagen ficción e imagen acción” como conferencia magistral en el Encuentro de Fotografía Querétaro (Enfoque) 2020.
En su intervención inició reflexionando sobre la imagen en el espacio para posteriormente hablar del espacio de la imagen.
El crítico y curador hizo reflexiones en las que a través de metáforas, comparaciones, disecciones taxonómicas sobre la imagen actual, las posibilidades que nos brinda la tecnología y la forma de reinterpretar la imagen con lo que ha hecho una deliciosa mañana en la cumbre del Encuentro.
Docente y autodefinido como un animal curioso porque “si eres curioso, las ideas llegan” acepta que gran parte de su trabajo ha salido del compartir ideas en clase, conferencias o seminarios.
“Yo he aprendido mucho de mis alumnos y no me duelen prendas reconocer por justicia que grandes ideas han surgido de debates como el que ahora estamos teniendo”.
Así, el autor del libro El beso de Judas ha trabajado reinterpretado, visitando y estudiando archivos fotográficos que se encuentran en descomposición. En donde la imagen que solían tener ahora está desprendiéndose, oxidándose o simplemente desapareciendo.
Estos proyectos de archivos en peligro de desaparición le han posibilitado viajar por el mundo visitando in situ los archivos fotográficos que están en descomposición. México no es la excepción, en 2019 visitó cuatro archivos.
El archivo de Pachuca del Sistema Nacional de Fototecas, el archivo fotográfico Pedro Guerra, así como los archivos de la ciudad de México y también el de la fundación Televisa.
A partir de estos cuatro archivos realizó un proyecto titulado Mictlán que se presentará el próximo 6 de marzo en forma de libro de artista y una pequeña exposición en Hidra, el espacio de reflexión y diálogo sobre la imagen que busca generar un pensamiento crítico.
En su investigación en México, Fontcuberta encontró en un poema de Nezahualcóyotl versos que le resultaron muy presentes.
Así, en la voz del libero las palabras del rey poeta sonaron en el Teatro de la Ciudad:
“Sólo en tu pintura hemos vivido, venido a vivir aquí en la tierra, vivimos en la imagen”.
Joan cierra analizando que cinco siglos atrás el poeta se adelanta a lo que nos ocurre visualmente en la actualidad y termina: “Como una pintura nos iremos borrando, como una flor hemos de secarnos”.
Fontcuberta, quien ha hecho un amplio análisis de la post fotografía como en el libro La furia de las imágenes argumenta que “las fotografías han sido para perdurar... La imagen nos garantiza, si no una eternidad, una perseverancia en el tiempo, en el futuro para las próximas generaciones”.
Pero incluso la fotografía y la pintura pueden durar mucho pero no para siempre, porque son perecederos”.
De esta manera pone de cabeza al publico para que reflexione que “los rastros que dejamos no serán eternos, también marcharán”.
Así, el autor y curador explica que en el proyecto con archivos mexicanos existen (si se permite el término) imágenes de la Revolución, paisajes urbanísticos, de las grandes ciudades, imágenes de violencia, y de dirigentes políticos junto a las imágenes vernaculares como el retrato.
Y funciona como antítesis del proyecto Prosopagnosia, en donde a través de un complejo algoritmo en un programa computacional la suma de retratos existentes genera otra serie de retratos inexistentes, es decir a partir de imágenes reales de piezas antiguas el algoritmo crea nuevos retratos fundiendo la información de los anteriores.
Aplicando el conocido aprendizaje de las máquinas (machine learning) que aunque pareciera apocalíptico, pertenece a la sociedad de información de la cuarta revolución industrial.
De esta manera este proyecto nace a la par que la desaparición de los negativos y los positivos, como si cumplieran su ciclo en la imagen y la representación, frente a un nuevo medio que les saluda.
Joan culmina su participación parafraseando un poema de una escritora catalana para hablar de la libertad de la imagen
“He besado al pájaro y lo he liberado; maldigo al hombre que hace jaulas. Interpretando al pasado asistimos a un ejercicio de libertad, interpelando a la memoria asistimos a un ejercicio de libertad, interpelando a la fotografía documental asistimos a un ejercicio de libertad, por eso maldecir todo aquello que coarte esa libertad con jaulas”.
Así, en un arremolinado grupo de seguidores, Fontcuberta se sienta a firmar libros y agradecer a los asistentes.