El artista visual Francisco Diego, quien por varios años radicó en Querétaro, creó la obra “Hay una luz” para la composición escenográfica de Casi normales, musical de Broadway que se presenta en el Teatro Aldama de la Ciudad de México, con las actuaciones de Susana Zabaleta y Federico Di Lorenzo, bajo la dirección de Diego del Río.
Francisco Diego tuvo la oportunidad de conocer la música y el libreto de la obra durante el proceso del montaje, por lo cual y de manera orgánica, se sintió inspirado en realizar un lienzo a propósito del último número de la pieza teatral. Y al conocer Sergio Mingramm, uno de los productores de la obra, el efecto creado por el joven pintor, escultor y joyero, lo invitaron a aportar su talento a la escenografía de la canción, con la que concluye la puesta en escena, para que el público tuviera una experiencia estética adicional.
También acordaron proyectar el lienzo en gran formato digital, una vez que los actores concluyen el segundo acto para que la pieza pictórica quede como parte del cierre de la puesta en escena. El óleo original está en exposición permanente en el lobby del teatro, hasta que culmine la temporada.
“Hay una luz” muestra a un individuo, pudiendo ser cualquiera de los actores o actrices del montaje, situado sobre un escenario, cubriéndose el rostro debido a la iluminación intensa del foro que se está proyectando hacia él o ella, pues dicho personaje desea mirar al público.
Francisco Diego destacó que el teatro permite la conjunción de formatos artísticos diferentes para persuadir al público y expresarles un mismo sentimiento: “en Casi normales la iluminación, la escenografía, los actores, las coreografías, las sombras, la voces son una colaboración expresiva con un mismo objetivo”.
La historia de Casi normales trata sobre la familia Bueno, encabezada por Diana, ama de casa, casada con Daniel y madre de Gabriel y Natalie; también habla de su tratamiento para superar la bipolaridad y los efectos que la enfermedad tiene sobre su entorno familiar.
La dramaturgia es de Brian Yorkey, la música de Tom Kitt y la dirección de Diego del Río; además de Susana Zabaleta y Federico Di Lorenzo, también están en el elenco Mariano Palacios, María Penella, María Chacón, Jerry Velázquez, Héctor Berzunza y Rodolfo Zarco.
El personaje de Natalie cautivó al joven artista, y con su pieza pictórica invita al espectador a la reflexión sobre la luz que cada ser humano trae consigo, que aun siendo de un tono “anormal”, vale la pena compartirla para seguir adelante.
El joven artista ya había platicado previamente a EL UNIVERSAL Querétaro, de su necesidad de llevar su trabajo a otras superficies y plataformas, el proyecto de Casi normales le está permitiendo explorar los terrenos del teatro y llevar su obra a un mayor número de personas.
Francisco Diego es un artista inspirado en la velocidad en que vive su generación: los millennials; actualmente, el también escultor trabaja en una intervención pictórica en tablas de surf. En total, el proyecto consta de 10 piezas y una de ellas se presentará en la exposición Ethos, en el Museo Franz Mayer.
El artista es originario de Torreón y a los cinco años llegó a Querétaro, aquí vivió hasta los 18 años y aquí también realizó su primera exposición, en el Museo de Arte Sacro.
Francisco Diego es originario de Torreón,
Coahuila. A los cinco años llegó a Querétaro.
Se graduó de Diseño Industrial por la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México, así como del Politécnico di Torino en Italia.
Para el artista, la vida es como un lienzo en blanco, cada línea trazada, suave u oscura es una acción hecha; y así como en la vida, las acciones no se pueden borrar.
Al Quds, Ciudad de México, 2018.
Galería SNAC, Gira en América del Norte, 2018.
Ethos, Museo Franz Mayer, Ciudad de México, 2018.
Mexico in a Blink, San Francisco, California, Estados Unidos, 2017–2018.
Black Dott, CDMX, 2018.
Dimensión -1, Museo de Arte Sacro, Querétaro, 2016