La relación entre Gerardo Esquivel y la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) fue ríspida; en su última entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, el pintor recordó que aún pesaban sus acciones de estudiante, un estudiante rebelde que no se callaba nada, menos si se trataba de una injusticia, pero en los últimos años existió un acercamiento con la institución y fue gracias a Teresa García Besné, amiga, especialista en arte y actual titular de la Secretaría de Extensión Universitaria, quien informó que UAQ tiene dos proyectos pendientes con obra de Esquivel, quien murió ayer.
Una Estela Maya de cinco metros, que se trabaja en el poblado de Escolásticas, con el cantero Isidro Saldaña, mismo artista que realizó con la guía de Esquivel la escultura “Sayuri”, esfinge de cantera que se instaló en la entrada principal de la Biblioteca Central de la UAQ.
“La Estela Maya lleva un rato en proceso de creación, pero no se ha podido terminar porque hace falta cantera, por cuestiones del peso y el tamaño del bloque, además el color tiene que ser el mismo, es un trabajo muy difícil, y el trasladarlo es el problema, porque se cae una pieza de esas y se rompe todo”, detalló en entrevista García Besné.
La segunda obra es una escultura dedicada al 60 aniversario de la autonomía en la UAQ, es la imagen de una mujer andando en bicicleta, su figura “es muy femenina, muy hermosa, y muy característica de la obra de Esquivel”, agregó. La pieza está en los primeros cincelazos y el artista no dejó un nombre para dicha obra.
Otro de los proyectos recientes de Esquivel con la UAQ, fue su interpretación de los angelitos que están en las columnas del Patio Barroco, con esas reinterpretaciones se hicieron una serie de estatuillas que se entregarán como un presente para académicos distinguidos, y personalidades que reciban reconocimientos de la UAQ.
En una colaboración que Gerardo compartió a EL UNIVERSAL Querétaro, tras su trasplante de riñón, operación a la que fue sometido hace más de un año, escribió: “El trabajo obsceno y retorcido del poder, dividió y enfrentó a muchos antes grandes compañeros. Muchos fuimos apartados de la Facultad y finalmente expulsados. Difamados, injuriados y señalados. Cerca de 100 librepensadores no hemos podido regresar a actividades universitarias desde aquel entonces y hasta hoy. Fue una gran purga de la revuelta estudiantil por el motivo de pensar diferente. En mi caso, soy un pintor y he tenido mucha relación con la UAQ por esos motivos, pero jamás me restituyeron mis calificaciones en Psicología que, desde primer semestre detuvieron, mis estudios”.
García Besné contó que Gerardo pasó por varios periodos en la universidad, y sí habló de una época de separación, pero ahora, afirmó, que los brazos de la UAQ están abiertos para ayudar a promover su obra.
“Gerardo estuvo en diferentes periodos en la UAQ, desde ser estudiante de Psicología, hasta pasar por el entonces Instituto de Bellas Artes, Gerardo nunca se dejó de las instituciones, y siempre fue muy rebelde, y nosotros como amigos coincidimos y logramos trabajar juntos. A mí me gustaría, llegado el momento, poder platicar con la familia y Oswaldo García (artista y coordinador de la galería Da Substanz) que ha sido su brazo derecho, para ver cuál es la idea de ellos tienen, sobre todo su familia, pero la universidad siempre tendrán los brazos abiertos para todo lo que en su momento pueda ser de ayuda para que la obra de Gerardo siga vigente”.