Greta García comparte escena con una gran muñeca de trapo, escultura que ha hecho su madre, Anna Jonsson, para hablar del distanciamiento, de la despedida que se le da a su mamá.

Ante esta historia vista en el Hay Festival Querétaro 2023, la pregunta para Greta es: ¿Piensas que un día, tú tendrás que vivir esa misma despedida? Después de una larga pausa, responde que sí y que todo el proceso creativo de este espectáculo que presentó por primera vez en México ha sido muy difícil, “he llorado mucho”, confiesa.

Mi madre muerta, nombre del montaje, es un ritual y una despedida atravesada por el sarcasmo y el humor negro, mostrando las posibilidades de transformación del dolor, por medio del arte.

“Un diálogo entre generaciones. Una meditación sobre la salida del vientre, el vínculo que viene desde el cordón umbilical y la conexión que se pierde en el ocaso de la vida”, es la descripción exacta de la propuesta.

La bailarina y creadora circense española, Greta García, también participó en el Hay Festival presentando su primera novela, una obra que en medio de la pandemia finiquitó. Solo quería bailar, título del libro, alude a la sensación de la propia autora ante la hoja en blanco: “solo quería escribir”.

La novela cuenta en primera persona la historia de Pili, una sevillana que, jarta (como ella dice) de la institución y su burocracia, se volvió terrorista, aunque no una tan buena como a ella le hubiese gustado. Pili habla en andalú, es divertida, escatológica y tonta, como eso le han dicho una y otra vez, pero su discurso esconde un alegato certero contra el sistema.

Sin pretensiones y dejándose llevar por la escritura, Greta terminó creando una novela. Y el hecho de pensar en llevar esa historia a la escena, tampoco lo ve viable, es una historia que la misma autora prefiere mantener en el papel.

“Muchas personas me han planteado esa idea, pero yo misma no sé cómo podría llevarla a escena”, explica.

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