El maestro Guillermo Smythe tiene un lugar propio en la historia del teatro queretano. Su nombre evoca un sinfín de recuerdos. Su buen carácter, sonriente en todo momento, amable con toda persona. Actor, director de teatro, docente, guía. Es como lo expresa su colega, actor y director teatral, Uriel Bravo: ¡Hombre de teatro! Añadido a esto, es un gran artista, un gran hombre, lo dicen sus alumnos, sus actores, sus amigos.
Como director teatral, siempre exacto, firme con sus decisiones, claro en sus indicaciones, pero también con un buen oído para escuchar a sus actores. Nunca faltaron las palabras de aliento, la palmada en el hombro en señal de lo que estás haciendo bien. El abrazo sincero y paternal. Y un silencio pleno, cuando esperaba que llegaran las palabras exactas. Su inesperada muerte conmocionó a la comunidad teatral de Querétaro.
“Uno de nuestros integrantes más importantes de nuestro teatro decidió retirarse por tiempo indefinido, le guardaremos sus personajes y su vestuario, el escenario y su legado se quedan, pues es imposible borrarlo, los espectadores hoy se ponen de pie y aplauden tu partida Guillermo Smythe, que todos los reflectores y candilejas del mundo alumbren tu camino y que te vaya bonito”, fueron las palabras que anunciaron, el sábado por la tarde, desde la cuenta de Facebook de La Gaviota, la noticia que ya se corría entre voces, con pena y gran tristeza.
Lupita Smythe y Guillermo formaron la compañía y ahora espacio escénico La Gaviota, juntos acompañaron a varias generaciones de actores que ahora tienen su propio grupo teatral o destacan como intérpretes a nivel nacional. Con su misma guía se inició la actriz Grettell Valdez, quien considera al maestro Smythe como un padre de crianza.
Inolvidable para aquellos actores que, siendo niños y jóvenes, ganaron concursos infantiles y estudiantiles de teatro, con puestas en escena como Fauna Rock, El Relevo o La Appassionata, un clásico en la obra de Héctor Azar que les permitió hacer gira internacional.
En escena, la presencia de Guillermo y su voz eran imponentes. Actuó bajo la dirección de varios colegas como Román García, Omar Alain Rodrigo, incluso su propio hijo, Jorge Smythe. El maestro Guillermo participó en el montaje de El Padre de August Strindberg, con la producción EspeKtros Teatro y la dirección de Omar Alain.
“Guillermo se despide de nosotros dejando un gran legado, maestro, director y actor impresionante. Para muestra un botón, su celebrada e inolvidable interpretación del capitán en El padre de August Strindberg. EspeKtros Teatro rinde un humilde reconocimiento a su trayectoria; por su entrega, dedicación y por su condición humana, siempre generoso y dispuesto al compromiso artístico en sus más de 50 años de vida profesional”, compartió Omar Alain desde la página de EspeKtros.
“Cuánta pena y consternación me ha provocado la noticia del fallecimiento de un artista extraordinario que deja un legado lleno de risas, llanto, talento, calidad humana y que, indudablemente, llena de luto a la comunidad cultural de Querétaro. El maestro Guillermo Smythe fue un hombre generoso, amigable, atento y de extraordinaria calidez”, comentó, por su parte, el promotor cultural José Antonio Mac Gregor.
Inolvidables también eran los aniversarios, Lupita y Guillermo no realizaban una fiesta para celebrar su aniversario de bodas, hacían montajes teatrales, festejaban en escena, actuando juntos, manifestando con ello un amor mutuo y un amor al teatro. Porque el teatro era su vida y su gran amor.
No sólo la comunidad teatral expresó su luto, colegas de otras disciplinas artísticas mandaron condolencias y manifestaron la gran pérdida que significa la partida del actor y director teatral, reconociendo también su legado para Querétaro.
Ayer, después de los servicios funerarios, se celebró una misa en la iglesia Cristo Rey, en la ciudad de Quéretaro, para despedir a Guillermo Smythe. Sus hijos y su esposa Lupita Smythe estuvieron presentes, vistiendo toda la familia de blanco y llevando globos blancos, para decir adiós.
