En el municipio de Cadereyta, Rafael Interno Silva encontró la “piedra filosofal”, y con ella está haciendo arte. Esa piedra es el mármol, solicitado para hacer pisos, decoración de cocinas, baños y otros diseños arquitectónicos, incluso se tritura, y con la pedacería adornan los jardines, pero también es muy utilizado para lápidas de cementerio. En manos de Rafael, el mármol es una piedra perfecta para trabajar la litografía, una antigua técnica de impresión.
La litografía tradicional se trabajaba en piedra caliza de origen alemán, “pero los bancos ya no existen, se acabaron”, explica el experto. Querétaro también es famoso por su cantera, pero no sirve para dibujar sobre ella, por ser porosa y quebradiza. El mármol es ideal porque se puede dibujar en su superficie, soporta el proceso de impresión, al terminar se pule y está lista para un nuevo dibujo, por ello también es una actividad sustentable.
En Querétaro hay una variedad de mármol, se encuentra en color verde, negro y blanco, en distintas tonalidades, Rafael trabaja con un mármol que se llama Blanco Querétaro, “la piedra queretana es la única que se puede utilizar, al ser una piedra caliza y blanca que permite reportar la imagen y mantener los valores tonales, grises más suaves y líneas”.
Con las lápidas de mármol ya cortadas, inició su primer taller en septiembre de 2021, en el Centro de las Artes (CEART) de Santa Rosa de Viterbo, para comenzar el proyecto que lleva el nombre de “Carpeta Nacional de Litografía Vernácula sobre Lápida de la Muerte”. Al taller de Rafael han llegado artistas de Ciudad de México, Monterrey, Morelia, Uruapan, Hidalgo, Guanajuato, Pachuca, Toluca y Coahuila.
“Afortunadamente empezó muy bien y va a continuar este año, porque necesitamos a los 15 queretanos que van a dibujar en las lápidas de la muerte, el proyecto se llama ‘Primera Carpeta Nacional de Litografía Vernácula sobre Lápida de la Muerte’. La gente viene a Querétaro a dibujar sobre lápidas, al principio pensé, no les voy a decir que es piedra para lápidas, pero la verdad es que son lápidas para el panteón y creo que eso es bastante interesante”, explica en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.
Rafael Interno Silva es grabador y docente de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), también coordina el taller de producción Cereso Gráfico; su nombre viene de los talleres que imparten en las penitenciarías, pero además comparte sus conocimientos en comunidades. Justo regresando de dar un taller en la Sierra Gorda se detuvo en Vizarrón, Cadereyta, pueblo famoso por la venta de mármol.
El interés por indagar sobre el mármol comenzó en 2006, cuando conoció a Per Anderson, un sueco radicado en Veracruz que empezó a trabajar la litografía con recursos naturales de la zona.
“La investigación que él hizo fue a partir del mármol, y cuando iba a Xalapa a trabajar con él, me insistía en que buscara en Querétaro unas marmoleras, para trabajar con esa piedra. Y siempre que regresaba de la Sierra me acordaba, pero no me detenía, hasta que un día lo hice, y todo fue por la misma necesidad de tener piedra para poder hacer litografía aquí en Querétaro, porque andar consiguiendo a nivel nacional, es complejo y muy costoso”.
Pero Vizarrón sólo es el lugar donde se comercializa el mármol y tuvo que ir a la comunidad de Pueblo Nuevo y específicamente a Los Juárez, donde están los bancos de esta piedra. Ahí dio su primer taller de litografía con el mármol.
“La intención era compartir conocimiento, porque si me voy a traer las piedras que son de su entorno cotidiano, por lo menos que ellos conozcan lo que hago con ellas y que no lo vean como que me voy a robar su recurso natural, también es un compromiso fuerte el traerme algo que es oro molido para mí, pero para ellos es una piedra. Así empezaron a verme dibujar en la piedra y se sorprendieron porque están acostumbrados a tallarla, entonces me preguntaron, ¿y qué es lo que se vende? Tú vendes la imagen, les expliqué. La piedra la pules y la vuelves a pintar. Ellos entendieron que la piedra se las prestó el cerro y con esta técnica de grabado se queda en el cerro la piedra, al turista se le vende lo que nos presta la piedra: una impresión. La venta no es la piedra, sino lo que se hace en la piedra”.
En este 2022, Rafael tiene pendiente regresar a Los Juárez para dar un taller a mujeres. “Hay una cuestión de género muy marcada, entonces con este taller ellas podrán generar imágenes desde su visión, de lo que acontece de su comunidad, de sus necesidades, todo desde el dibujo, y eso lo podrán exhibir o vender”.
El artista explica que los pobladores de la zona se enfrentan a una presión laboral que se rige por las grandes empresas que buscan el mármol.
“Una persona de la comunidad difícilmente va a competir con los grandes negocios, porque sólo consideran el mármol para ciertas cosas, los pisos, piezas de decoración, incluso hay empresas que piden grandes cantidades de mármol triturado para adornar los jardines. Al menos para ellos, el dibujo en esta piedra es una opción de caminar con otra mirada”, añade.