“Cuando camino por las calles siento mucho miedo de lo que me puede pasar”, dice Gladys, y ese miedo no es en vano, hace cinco años en el estacionamiento de un centro comercial de Querétaro, a plena luz del día, intentaron secuestrarla. “Y no me llevaron a mí, pero se llevaron mi libertad”, expresa con voz entrecortada pero fuerte.
Ese miedo, transformado ahora en una necesidad de hablar y con la esperanza de sensibilizar a la sociedad sobre esta problemática de violencia que atemoriza a las mujeres mexicanas, Gladys González, junto con Patricio Pacheco, escribió La vena del henequén, cortometraje que ella misma dirigirá, acompañada por un equipo en donde figuran las mujeres.
Y a través de una campaña de fondeo buscan completar los recursos para filmar el cortometraje, son 20 mil pesos los que faltan para iniciar el rodaje proyectado para el 7 y 8 de septiembre; y su proyección está contemplada para octubre.
En entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, Gladys platicó más detalles del origen de La vena del henequén, producción que también tiene el apoyo de Cinematografía UAQ.
¿Cómo nace la historia de La vena del henequén?
Cuando camino por las calles siento mucho miedo de lo que me puede pasar, pero esto no fue de gratis, yo sí sufrí un evento, unas personas intentaron levantarme y a partir de ese momento mi libertad se la llevaron, no me llevaron a mí, pero se llevaron mi libertad. Lo que quiero proyectar en este cortometraje es que la gente se dé cuenta de la problemática, porque ven las noticias y se enojan pero cuando en la calle ven que está pasando algo, por miedo se voltean, se van y no hacen nada, no podemos voltearnos más, no podemos ponernos una venda, es momento de quitársela, de ver y actuar, porque si no cambiamos eso vamos a seguir como seguimos hasta ahorita y las mujeres van a seguir desapareciendo y nos vamos a seguir sintiendo con miedo cuando caminamos en la calle y eso no es libertad. Yo estoy en un país donde dicen que tengo mi libertad de expresión, mi libertad para caminar en la calle y que nada me pase, pero la realidad es que conozco pocas mujeres que realmente se sienten con la libertad de salir a la calle solas y para mí, lo más importante en este mundo es conseguir esa libertad. Podría extender el tema y decir que ya no hay seguridad ni para los hombres, esa es una lucha, sí, pero a la lucha a la que yo me refiero ahora, es a la del miedo que yo sé que sentimos las mujeres al salir solas.
¿Este “evento” cuándo pasó, y fue aquí en Querétaro?
Fue aquí en Querétaro, de día, en el estacionamiento de un centro comercial, hace cinco años.
¿Cuántos años tenías en ese entonces?
Tenía 25 años.
¿Qué podría hacer el cine por esta historia?
La vena del henequén está inspirada en una película de Gaspar Noé que se llama Irreversible, y a pesar de que no es una cinta de terror, pero para mí, ahí se ve la escena que más miedo me ha dado, es la escena de una violación, ocurre en un paso peatonal a desnivel y a lo lejos se ve a una persona que ve lo que está pasando y se regresa, para mí esa es la escena de terror más grande de toda la historia del cine, porque eso significa que si a mí me pasa, me da entender que nadie me va a ayudar. Entonces, lo que hace La vena del henequén es que a través de la primera persona, de los encuadres y personajes, intenta que todos nos pongamos en la situación de los personajes, porque yo puedo asegurar que con alguno te puedes reflejar, te puedes reflejar en el personaje que se está poniéndose la venda, o el que finge que me importa pero a la hora de actuar me volteo o, simplemente, como dice la protagonista: “porque yo sé que si estuviera en su lugar tampoco haría nada porque tengo miedo”. A nosotras, como mujeres, si nos tocara ver una violación, si vamos solas, ¿qué hacemos, ayudamos o nos damos la vuelta? Es un tema muy difícil, pero es un tema del cual tenemos que sacar valor y decir: sí tengo miedo, pero no van a ser ellos los dueños de mi libertad.
Al final, también responsabilidad de todos
Sí, todos tenemos la responsabilidad, seamos mujeres o seamos hombres y más que cuidarnos, yo creo que ha llegado el momento de no transmitir ese miedo a las siguientes generaciones.
Desde tu historia, desde la misma historia del cortometraje, ¿cuál sería una solución para esta problemática?
No hay una solución inmediata, es más, yo no creo que vaya a ser yo quien vaya a vivir ese cambio. Decía Franz Kafka que las revoluciones que peleamos nosotros, son para las personas del futuro, y yo creo que en eso, son pequeñas semillas que dejamos sembradas y a la mejor no nos va a tocar a nosotras ver los frutos, pero sí a nuestras nietas, a nosotros nos tocó poder votar, ir a la escuela, poder elegir con qué persona casarnos, en otros países a las mujeres aún no se les permite esas cosas. ¿Y qué podemos hacer?, un cambio inmediato, yo le digo a todas las mujeres: alcen la voz, siempre, siempre. Sé que hay sentimientos encontrados por lo que pasó en la marchas, pero si yo desaparezco, yo sí quiero que quemen todo y busquen hasta el fin del mundo a los culpables.
¿A qué se refiere el nombre del corto?
Patricio y yo somos muy ecologistas y hubo un tiempo en donde del henequén daban trabajo y comida a muchas personas, pero cuando llega la industria, el henequén desapareció, desapareció esa vena vitalicia de México y fue sustituida por otras cosas y el país perdió su esencia, y ahora México está siendo reemplazado por un México violento cuando debería ser el México folklórico, de la cultura, de las lenguas, las danzas, vestidos tradicionales, la comida, la tradición, pero ya nunca vemos eso. Alejandra, que es el nombre de la protagonista, en su discurso habla de cómo esa vena está muriendo y por cada mujer víctima del feminicidio, México empieza a morir. Es una remembranza de cómo desapareció esa industria del henequén porque lo permitimos, y ahora nosotros estamos permitiendo que el México bonito esté desapareciendo y se sustituya por violencia.
Por la libertad y seguridad
Sinopsis: La vena del henequén se centra en el monólogo de una mujer, quien le está hablando a México para sensibilizarlo sobre la violencia que se vive en el país.
Gladys González, directora del cortometraje, tiene maestría en cine por la Universidad Europea de Madrid.
Patricio Pacheco, director de fotografía, estudió comunicación y se especializó en cine en Vancouver.
Es un cortometraje que se filmará en Querétaro los días 7 y 8 de septiembre.
En octubre será su proyección al público, después iniciará una gira por festivales.
Lanzaron una campaña de fondeo con el fin de completar fondos para el rodaje, aún faltan 20 mil pesos.
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