Querétaro tenía una deuda con Gerardo Mancebo del Castillo (Querétaro 1970 –Ciudad de México 2000), dijo Teresa García Besné, titular de la Secretaría de Cultura del Municipio de Querétaro, al anunciar la publicación de las obras completas del dramaturgo queretano.
Hace 15 años, Manuel Naredo comisionó a Noé Morales la compilación de las obras de Gerardo, un proyecto que se presentó a diferentes administraciones de cultura estatal, hasta que finalmente Letra Capital, sello editorial del municipio de Querétaro, publicó el libro en este 2024 y realizó su primera presentación en el marco del Hay Festival.
¿Pero en realidad son las obras completas de Gerardo Mancebo del Castillo? Gabriel Hörner, director del Museo de la Ciudad, lugar donde se realizó la presentación, luego de hojear el libro dijo que no, “Gerardo tenía muchos más escritos”.
Gabriel recuerda que cuando trabajaba para la Filarmónica de Querétaro, Gerardo llegó a postularse a una vacante en el área de comunicación y como currículum presentó sus obras de teatro. “Esto es lo que yo hago”, le dijo Gerardo a Gabriel. “Y era mucho más de lo que está en el libro”, reiteró Hörner.
Magda Mancebo del Castillo explicó en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro, que hay mucha obra inédita de su hermano, tiene novela, cuento, poesía y canciones. “Y todo está debidamente registrado, él mismo lo registró”. Del recién libro publicado, Magda confirmó que sí son todas las obras de dramaturgia que Gerardo escribió.
Pero lo que contó Gabriel sembró la duda. En la presentación, Manuel Naredo hizo referencia a lo que mencionó Hörner, y explicó que para compilar el material del libro se consultó a amigos y familiares.
“Con lo que cuenta Gabriel me quedé con el ojo cuadrado, como se queda ahora Noé, entonces ahora no sabemos si en algún cajón haya dejado más material, si así fuere, nos comprometemos a buscar, aunque pasen otros 15 años”.
El libro titulado Obras completas de Gerardo Mancebo del Castillo Trejo contiene en total nueve piezas. La primera es Un crimen casi perfecto (1990); después Las tremendas aventuras de la Capitana Gazpacho, o de cómo los elefantes aprendieron a jugar a las canicas (1996); que junto a Mamagorka y su pleyamo (1998); y El galán fantasma o la versión hiper súper y recontraliberrísima de un Calderón con frijoles (2000), son las obras más conocidas del dramaturgo queretano. El trabajo teatral de Gerardo se ha presentado en Perú, España, Canadá y por supuesto, México.
También se incluyeron en la publicación obras que ni quisiera se han llevado a escena; Magda refirió que es un buen material para espacios como la UNAM, donde Gerardo es un referente del teatro mexicano y con anterioridad se acercaron para pedir las obras inéditas de teatro.
Del libro, Noé Morales comentó que es un momento oportuno para rescatar del mausoleo el nombre de Gerardo, “para que las nuevas generaciones, incluso los que lo conocieron también, puedan acudir a él, leerlo, montarlo, volver vivo el legado de Gerardo”.
Del resto de su obra, que incluye novela, poesía, cuento y canciones, Magda refirió que espera recibir el apoyo para su próxima edición, “nos encantaría que se publicaran, tendríamos ese pendiente”.
Un mundo “calánime”
A nivel nacional hay un concurso que lleva el nombre de Gerardo Mancebo del Castillo. Y se han publicado dos tesis sobre su trabajó e influencia en el teatro mexicano. Al preguntarle a Magda si sentía como una deuda que en Querétaro no se reconozca el nombre de su hermano. Contestó que sí. “Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero cómo es posible que no se le reconozca. Ya era hora”.
Al hablar de su hermano, es inevitable que sus ojos se llenen de lágrimas y su voz se entrecorte. “Han pasado varios años de su muerte, pero todavía duele”.
Recuerda a Gerardo como un joven “muy metido en su rollo, siempre estaba trabajando, tanto que hasta se le olvidaba comer. Siempre estaba pensando en qué hacer y muchas de las cosas cotidianas las plasmaba en su mundo calánime, que fue como él lo nombró. Gerardo creó un universo, su lenguaje era muy particular, hay una fusión de escritores, un tanto como Alicia en el país de las maravillas, Jorge Ibargüengoitia, el mismo Shakespeare, que se burla de él; yo creo que si hubiera seguido vivo hubiera hecho muchas cosas más, pero bueno, era su tiempo”.
En Querétaro, Gerardo pasó por los Cómicos de la Legua, la primera agrupación teatral de la entidad. Y una de sus últimas participaciones fue en la película Otaola o la República en el exilio, de Raúl Busteros.
Lo que también falta compilar son las anécdotas de amigos, compañeros y familiares.
“Como un anecdotario no hay, y estaría genial, cuando él falleció, en Ciudad de México, estuvieron todos los amigos, primero fue una lloradera, luego unas carcajadas cuando empezaron a platicar cada uno lo que vivieron con él”, recordó Magda.
Lo que se espera de la publicación de Letra Capital es que de las obras compiladas lleguen a la comunidad teatral, y en la entidad queretana, especialmente, a estudiantes de la carrera actuación de la Universidad Autónoma de Querétaro, con la idea de que conozcan quién era Gerardo Mancebo del Castillo y lo lleven a escena.