Semanas atrás se develó en Cadereyta una escultura en su honor, una de las primeras obras que resaltan su imagen física, también un tanto desconocida.
En el libro “Pioneros de la fotografía de Querétaro”, Guadalupe Zárate Miguel menciona a José Manuel de Herrera Olvera como el pionero de la fotografía mexicana, “se trata de un olvidado queretano al que se le atribuyó la invención de la fotografía años antes de que a Daguerre”, dice la historiadora.
Su nombre completo es José Manuel María Ignacio Teodoro de Herrera Olvera (1782-1856), hijo del matrimonio de doña María de Jesús Olvera y del sargento Isidro de Herrera, pero quedó huérfano de padre desde niño, por lo cual llegó al Real Hospicio de los Pobres en la Ciudad de México. Cuando sólo tenía 15 años de edad fue admitido como alumno en el Colegio de Minería, la primera escuela secularizada y científica en la Nueva España (México). Así terminó sus estudios teóricos en matemáticas, física, química y mineralogía.
Junto a su mentor, el científico Andrés Manuel del Río, fue comisionado en 1805 por el Tribunal de Minería para instalar en Coalcomán una ferrería siderúrgica dedicada a la fundición de hierro.
Por el mismo Tribunal recibió otras encomiendas, una para reconocer criaderos de mercurio (azogue) y otros minerales en la Sierra Gorda visitando los parajes de Culebras Vizarrón, Casas Viejas y Mineral del Doctor, en estas empresas descubrió dos nuevas especies de minerales, uno de ellos fue nombrado ‘Herrerita’, en su honor.
Otro importante descubrimiento que se le atribuye lo efectuó en los años 30 del Siglo XIX, por el cual recibió el grado de Doctor en Ciencias, fue el desarrollo de la técnica de la fotografía, aunque la patente la obtuvo Louis Daguerre en París, Francia, con el daguerrotipo, como el primer procedimiento fotográfico dado a conocer públicamente, en 1839.