En su primera visita a México, la poeta sueca Ida Börjel presentó su libro Ma (2014) en su edición en español, con la traducción de Petronella Zetterlund, y bajo el sello de Filodecaballos. La publicación llegó a Querétaro en el mes de noviembre y la escritora estuvo presente en la Universidad Autónoma de Querétaro, en una lectura especial que apoyó la Dirección de Bibliotecas de la misma institución universitaria. Y previo al cierre del 2019, rescatamos la entrevista con Ida y su traductora Petronella.
¿Qué tan complejo fue llevar Ma al español, pensando en la sonoridad, en la complejidad del texto, en la delicadeza que debe tener el traductor con ciertas palabras, porque hay algunas que son muy propias de un idioma; se lee en un poema la palabra plañidera, muy antigua en México pero que las nuevas generaciones desconocen?
Petronella: El trabajo fue de cuatro años, no tiempo completo, pero sí fue un proceso de trabajar en diversos períodos y dejarlo descansar, mucho trabajo de investigación, porque no sólo hay conceptos antiguos, la palabra plañidera es un concepto universal, no sólo existe en México, históricamente en sociedades nórdicas, en el mundo árabe, siguen existiendo; y hay muchas referencias políticas y míticas, periodísticas, entonces estuvimos investigando y trabajando con Ida, para no irme por el camino equivocado, eso fue una parte, luego fue el trabajo de convertir en ritmo esos datos, para crear la traducción fiel, la versión española fiel del ritmo del sueco que le ha puesto Ida, la sonoridad y la delicadeza del texto, recuerdo que ella un día me dijo, no es un libro fácil, y los lectores se van a dar cuenta, entonces fue ir como con guantes de seda para cumplir con lo que el texto exige y también la historia personal de Ida, que está detrás del libro. Yo luché para encontrar una sonoridad, entonces fue un largo trabajo, para despertar esa sensación, sí fue un trabajo bastante complejo.
Ida, ¿cuál es tu definición personal de poesía?
(Largo silencio) Es una pregunta a la que casi no puedo contestar, igual en esa respuesta reside mi respuesta, estoy trabajando siempre en mi poesía, lo que es la frontera, el límite de lo que es humano, lo que es el lenguaje, lo que son las condiciones que marcan nuestro ser, nuestra existencia, nuestras condiciones como seres.
Si bien dar tu obra a una traducción permite llegar a un mayor número de lectores, ¿hay un interés más para que tu trabajo sea leído específicamente en español; y cuáles son tus referencias sobre la literatura mexicana?
Tengo un diálogo constante con Sor Juana, es una relación con la poesía y literatura mexicana; pero en cuanto a la traducción es un proceso y simultáneamente esta obra se empezó a traducir al español, inglés, ruso, danés, pero cuando me empezó a llegar los borradores de Petronella, además, otra dimensión de este libro es que está traducido al español mexicano, pasó algo con la dimensión emocional del texto, Petronella me hizo tener mucha confianza en el proceso y la posibilidad de las traducciones literarias; este libro ha abierto una esperanza para poder iniciar una conversación, un diálogo y una colaboración con la poesía mexicana, con poetas e instituciones, y hasta este momento he estado más preocupada por la situación de la frontera entre México y Estados Unidos, la situación política y la violencia que ahí ocurre, esa tragedia, y espero trabajar ahora con la poesía mexicana.
¿Qué te llevas de México para escribir?
Me llevo dos libretas llenas de anotaciones, me llevo un teléfono lleno de imágenes y sonidos, me llevo el libros y hojas gráficas adquiridas a lo largo del viaje. Y además todas las impresiones que no aún no las he podido procesar de lo que veo y escucho, las conversaciones con personas que conocí, de cómo es la experiencia de vivir en México.